La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha animado a todas las mujeres a ir "a por todas" las libertades y en la lucha contra las desigualdades, como la violencia de género", pero "no solas, sino acompañadas de los hombres".

Calvo ha sido una de las voces que se han escuchado en el foro WomenNow Summit, que ha convertido durante dos días a Madrid en la capital mundial de la mujer, reuniendo a mujeres de diversos ámbitos y países para debatir desde distintos enfoques la desigualdad que padecen las mujeres en el mundo.

"Las mujeres vamos a por todas; las estadísticas nos dicen que la vida es más difícil y que somos tratadas con injusticia", ha dicho la vicepresidenta, quien ha denunciado la economía informal "en la que trabajan muchas mujeres y que conlleva pérdida de derechos", así como la penalización de la maternidad.

En esa construcción de una sociedad igualitaria, hay que ir con los hombres, ha dicho Calvo, "con la otra mitad del mundo". "Sabemos que no hay otra forma de seguir avanzando y la inmensa mayoría de los hombres lo conocen".

Avanzar en esa igualdad junto a los hombres, también ha planteado la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha asegurado que "no hay sociedad justa si la mitad tiene dificultades, ni equilibrada si no tiene en cuenta a la mitad de la población".

"Pero corresponsabilidad no es hacer la compra con la lista de tu mujer, es abrir la nevera y ver lo que falta", ha aseverado Saénz de Santamaría, quien ha destacado el papel que ha jugado las mujeres emprendedoras "para sacar al país de la crisis" y la "agallas" que siempre han tenido las mujeres en épocas de guerra o de dificultades para sacar a delante a sus familias.

En este foro, la presidenta de la Fundación Bianca Jagger ha argumentado que ha llegado el momento de "declarar una guerra pacífica para obtener la igualdad de género" y que deben ser las mujeres las que impulsen los cambios de las leyes.

La activista nicaragüense ha dedicado su intervención titulada "La historia de una rebelde" a su madre, que tuvo que educar sola a sus tres hijos y que sufrió, como "ciudadana de segunda", múltiples discriminaciones de género.

"Hemos ganado muchas batallas, pero se nos sigue discriminado y nos siguen considerando inferiores a los hombres", ha aseverado Jagger, quien ha destacado que "la educación es la mejor herencia que un padre puede dar a sus hijos para luchar contra las discriminación".

Ha expresado su sorpresa por el hecho de que haya partidos en España que quieran derogar la ley del aborto y ha pedido a las españolas que no lo permitan.

Para la premio nobel de la Paz 2003 y primera mujer musulmana en obtener esta distinción, Shirin Ebadi, el origen de la discriminación de las mujeres está en la sociedad patriarcal no en la religión musulmana o cualquier otra religión.

"Es el tiempo para que las mujeres seamos las que interpretemos los libros y no permitamos que las culturas patriarcales se arraiguen aún más en nuestras sociedades", ha añadido.

En este sentido, ha argumentado que la cultura patriarcal es como una enfermedad, en concreto como la hemofilia, que heredan los niños varones de sus madres. "De alguna manera, un hombre que es machista porque ha sido educado por una mujer así, por eso las mujeres deben actuar para que sus hijos no hereden esa cultura patriarcal".

Desde el ámbito de la sociología, la catedrática María Ángeles Durán ha planteado el desafío que supone para las mujeres recuperar "el tiempo expropiado" como consecuencia de su dedicación invisible a los cuidados.

"La mayoría de las mujeres hacen un trabajo que no se vende, pero que sí se consume en los hogares y que tiene un valor extraordinario porque es un valor escaso", ha dicho Durán, y ha planteado que debería entrar "en la contabilidad nacional", así como otras labores como el voluntariado.

Calcula que "el tiempo no remunerado que se produce en los hogares es un 30 % más alto que todo el tiempo que se pone en el mercado de trabajo y al que se le da valor monetario".