Ni un nimio rescoldo se mantiene ajeno a los signos del cambio climático, visibles ya a lo largo y ancho del planeta, a pesar de los ya superados intentos negacionistas por desmontar la innegable realidad. Desde la pérdida de masa glaciar y la reducción de la cubierta de nieve estacional; pasando por la subida del nivel del mar, el calentamiento y la acidificación de los océanos; hasta la intensificación de las precipitaciones y el aumento de los episodios de sequías severas, todos ellos son síntomas que están haciendo mella en los ecosistemas terrestres y marinos, provocando la migración e incluso la extinción de especies animales y vegetales.
Una pérdida de biodiversidad de valor incalculable a la que hay que sumar las consecuencias que está teniendo también para la salud de los seres humanos, según explica la doctora Manola Brunet, presidenta de la Comisión de Climatología de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Esta científica especialista en cambio climático, primera mujer y primera representante española en presidir esta institución de referencia global, valora crítica pero positivamente los pasos dados hasta ahora para frenar el calentamiento global, si bien incide en la necesidad de cambiar nuestro modo de vida si queremos dejar un mundo habitable para nuestros hijos.
"Los países intertropicales en vías de desarrollo son los más vulnerables al cambio climático, pese a no haber sido los responsables"
-¿Qué países son los más vulnerables al cambio climático?
Los países intertropicales en vías de desarrollo, junto a los sectores de costas bajas de las zonas deltaicas y estuarios, a los estados insulares y atolones del Pacífico, pese a que en ningún caso han sido los responsables del cambio climático, al haber sido sus emisiones de gases con efecto invernadero despreciables comparadas con las emitidas por los países desarrollados desde la revolución industrial.
-¿De qué forma nos afecta en España?
-El fuerte incremento térmico observado, junto al carácter de per se errático de la precipitación en la península, nos están conduciendo hacia climas más áridos, donde la incrementada evapotranspiración, la pérdida de humedad del suelo y otros procesos de degradación ambiental se están disparando debido al cambio climático, lo que nos lleva a afectaciones generalizadas en todo el territorio.
-¿Cuáles serán sus consecuencias futuras?
-Son múltiples y muy diversas, pero la disminución de los recursos hídricos es una de las amenazas más claras, con impactos diversificados en la agricultura, el suministro de agua a las ciudades, la industria o el turismo, afectando, por tanto, a todo el territorio.
-¿Cómo será el clima dentro de unos años?
-La aridificación del clima está conduciendo a una agravación de la desertización e incremento de las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas en España, siendo el sudeste del país y las zonas de sombra pluviométrica, como los valles del Ebro y del Duero, los más expuestos a este fenómeno.
Nos estamos acercando a marchas aceleradas hacia climas áridos típicos del norte de África. Mientras que en el Mediterráneo y tercio sur de la Península se agravarán las condiciones de aridez, hacia el tercio norte se producirá un proceso de mediterranización.
"En el Mediterráneo y el tercio sur de la Península se agravará la aridez y en el tercio norte se producirá una mediterranización"
-¿Aumentarán las enfermedades a causa de la contaminación y las altas temperaturas?
-Sin duda, ya lo están haciendo. Los problemas respiratorios asociados a la contaminación atmosférica producida directa o indirectamente por la quema de combustibles fósiles, que a su vez son los responsables del cambio climático, se intensifican con climas más cálidos, especialmente en las ciudades, donde al calentamiento del clima se añade el efecto de la isla de calor urbana. Los contaminantes llegan a nuestros pulmones y a nuestro flujo sanguíneo, agravando los problemas respiratorios y alérgicos de la población, provocando asma, bronquitis y otras enfermedades cardiorrespiratorias o cáncer y causando muertes prematuras.
Además, las cada vez más altas temperaturas incrementan el estrés e incomodidad térmica, especialmente de las personas más vulnerables, ancianos, enfermos y niños, a la vez que favorecen la aparición de nuevos tipos de mosquitos, que actúan como vectores en la transmisión de enfermedades como la malaria, el dengue o el zika.
El derretimiento de los glaciares y la subida del nivel del mar es ya una realidad.EFE
-La subida del nivel del mar, ¿podría provocar cambios en la península?
-Sí. Las zonas más vulnerables a la subida del nivel de mar serán los deltas y las playas, tanto del Cantábrico, con la pérdida de arena y un número importante de playas, como del Mediterráneo, con la pérdida recurrente de playas y la inundación y disminución de la superficie deltaica de los deltas del Ebro, el Llobregat, la Manga del Mar Menor y la costa de Doñana.
-¿Se deben tomar medidas de protección o incluso debería pensarse en un éxodo poblacional de las zonas que previsiblemente serán arrasadas por el agua?
-Las zonas deltaicas, playas y costas bajas de la Península se enfrentan a su desaparición, o cuando menos disminución, conforme el nivel del mar se eleva, por lo que se han de tomar medidas de adaptación para retardar y disminuir este impacto indeseable. No hay mejor medida que la adopción de estrategias de defensa natural blanda de la línea de costa, promoviendo la recuperación de los cordones de dunas consolidados y de lagunas que actúan como colchón a los embates marinos, en vez de actuaciones duras, como los diques de contención, que tan solo prevendrán temporalmente la invasión marina con altos costos económicos y eficiencia a medio plazo baja.
"En la Manga del Mar Menor y los deltas del Llobregat y el Ebro habrá que considerar la relocalización de las poblaciones a entornos más seguros"
En este sentido, convendrá reubicar aquellas instalaciones ya amenazadas por la invasión marina y evitar la construcción de nuevas infraestructuras que puedan verse afectadas por el incremento del nivel del mar y las cada vez más frecuentes invasiones marinas asociadas al mal tiempo. En casos extremos, como en las zonas deltaicas mediterráneas fuertemente ocupadas, tales como la Manga del Mar Menor y los deltas del Llobregat y el Ebro, deberá definirse la relocalización de las poblaciones e infraestructuras que se vean afectadas y establecer planes de contingencia, de carácter preventivo, predictivo y reactivo, que consideren, entre otras opciones, la relocalización de las poblaciones afectadas a entornos más seguros.
-Acabamos de conocer la sentencia del Tribunal Supremo contra el Plan Hidrológico del Tajo, que ha paralizado el polémico trasvase. ¿Cree que es una buena noticia?
-Sin duda. Los trasvases de agua entre cuencas son soluciones a corto plazo que no abordan el problema del déficit hídrico estructural que nuestro país acumula dadas sus condiciones climáticas y que previsiblemente se acentuará aún más conforme el cambio climático se agrave en un futuro no tan lejano. Sólo una gestión y un uso racional del agua, junto al fomento de sistemas de reutilización del agua, especialmente en la agricultura y en los sistemas urbanos de riego y ajardinamiento o en los sistemas de ocio y entretenimiento, como parques temáticos y campos de golf, solucionarán de forma más sostenible el problema del agua y sus conflictos.
Los jóvenes, líderes del cambio
-Estudiantes de todo el mundo acaban de protagonizar una manifestación masiva contra el cambio climático, ¿tiene esperanza en las nuevas generaciones?
-Lo viví con gran interés, expectación e ilusión, ya que estoy convencida de que de la mano de estos jóvenes, que se manifestaron en todo el mundo exigiendo a sus gobiernos acciones reales para mitigar el cambio climático, llegará el cambio de comportamiento que la sociedad requiere para hacer frente a la crisis climática. Tengo, pues, una gran fe en estas nuevas generaciones de jóvenes motivados y comprometidos por invertir la dinámica actual de los gobiernos, los cuales reconocen públicamente la realidad del cambio climático, pero hacen bien poco para ponerle soluciones viables que nos conduzcan hacia una economía y sociedad de bajo a nulo consumo de carburantes fósiles.
-¿Está la sociedad lo suficientemente concienciada?
-Mayoritariamente es consciente de que el clima está cambiando y una buena parte cree que es causado por el hombre. Otra cosa es que todos ellos sean conscientes de las amenazas que la transición climática puede ocasionar en sus vidas y mucho menos en las de sus hijos y nietos. No creo que sean conscientes del impacto político y socio-económico que el cambio climático puede ocasionar en un futuro a corto y medio plazo. Sólo una fracción minoritaria de la gente no cree que se esté produciendo.
Las nuevas generaciones están concienciadas con la necesidad de revertir el cambio climático.Rafa Arjones
-¿Y las empresas? ¿Se lo están tomando en serio?
-Buena parte de las empresas, aquellas que abren líneas de actividad en la economía verde, ven el cambio climático como una oportunidad nueva de negocio y están desarrollando sus estrategias para seguir siendo competitivos. Otras pocas, por el contrario, se oponen activamente a la adopción de medidas para mitigarlo, como en el caso del consorcio industrial de los hermanos Koch o de empresas petroleras. Muchas otras se suman en sus campañas publicitarias a la defensa del medio ambiente y a favor de la reducción de emisiones, lo que dudo es que esta postura conduzca a una reorientación real de sus emisiones.
-En plena campaña electoral, ¿cree que los partidos políticos españoles incluyen un paquete de medidas eficaz contra el calentamiento global? ¿Quiénes tienen esta asignatura pendiente?
-Destaca sin ningún género de dudas el programa de Podemos, ya que entre las 394 propuestas de actuación, las 16 primeras abordan estrategias para mitigar el cambio climático. Es pues el primer y único partido en el que en su programa electoral se compromete de forma clara y prioritaria en la lucha contra el cambio climático.
"Podemos adopta un paquete de medidas para frenar el cambio climático y en menor medida el PSOE. El resto de partidos no lo tienen en cuenta"
En el caso del PSOE, también se encuentran en su web medidas para afrontar los retos del cambio climático mediante la transición energética, aunque éstas no son situadas como altas prioridades entre los diez acuerdos de país de esta legislatura. Sí, en cambio, en su programa electoral de 2016, figura una apuesta vaga por la economía verde y más decidida en torno a la transición energética, con la propuesta de un plan estratégico con horizontes entre 2030 y 2050 y la adopción de un conjunto de medidas para la lucha contra el cambio climático.
En el caso del PP, la única referencia, en su programa de 2016, es asegurar la sostenibilidad financiera del sector energético español. Es decir, cero propuestas para combatir el cambio climático. Más lacerante es la ausencia de mención alguna sobre este reto planetario en el programa electoral de Ciudadanos y de VOX, por lo que son los partidos menos preocupados por el cambio climático y, por tanto, menos predispuestos a adoptar medida alguna para minimizarlo.
Ante este panorama, creo que tan sólo Podemos apuesta seriamente por la adopción de un paquete de medidas que nos permitan luchar eficazmente contra el cambio climático. En menor medida y con menor énfasis, lo hace también el PSOE; el resto de partidos ni lo tienen en cuenta, lo que da idea en nuestro país de la poca importancia que los políticos dan al mayor reto ambiental al que se enfrenta la sociedad actual.
Las sequías se intensificarán y alargarán a raíz del cambio climático.Tony Sevilla
Medidas para poner el freno
-¿Estamos a tiempo de frenar el cambio climático o ya es demasiado tarde?
-Sí. Tenemos la posibilidad de reaccionar a tiempo y evitar que el cambio climático se desboque y produzca impactos más severos y costosos, por lo que la adopción de medidas, tanto de mitigación, tendente a una reducción drástica de nuestras emisiones de gases efecto invernadero, como de adaptación, para corregir los impactos que ya se están produciendo y minimizar los que se producirán en un futuro cercano, constituyen la mejor respuesta que como sociedad debemos adoptar.
Nunca es tarde para la adopción de medidas decididas para minimizarlo, aunque hubiese sido mejor y menos costoso haberlas acometido en el pasado reciente. Cuanto más tardemos en actuar, más graves serán los impactos del cambio climático en el conjunto de socio-ecosistemas y más gravosos serán sus costos, tanto los de mitigación, como especialmente los de adaptación.
-¿Qué pasos hay que dar?
-Hay que ir cambiando progresivamente nuestros hábitos de comportamiento y movilidad, a la vez que hemos de forzar a nuestros políticos a la adopción de políticas verdes. También debemos presionar a las grandes compañías comerciales y grandes superficies a reorientar su oferta hacia productos de proximidad, con baja huella de carbono. Ello tendrá un gran impacto en los usos del suelo y reorientará la actividad agrícola y la de esas compañías para reducir sus emisiones.
