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Testimonio

Sobrevivir al cáncer: La lucha de una paciente contra la falta de ayudas

Beatriz Figueroa lleva casi una década pidiendo que haya una mayor protección económica y jurídica para los enfermos de cáncer

Beatriz Figueroa, en una foto de archivo. EFE

Beatriz Figueroa lleva casi una década en una lucha encarnizada que aun hoy en día no consigue ganar. El cáncer, su pero enemigo, hizo que a partir de entonces se lanzara en pro de los derechos de las personas afectadas por esta enfermedad después de tener que vivir en sus propias carnes las distintas y diversas consecuencias de verse asediada por esta dolencia a una edad temprana.

Licenciada en Derecho y tras haber ejercido en distintos trabajos como, por ejemplo, el de periodista, esta gallega se vio en el paro y con una doble mastectomía y sus consecuentes tratamientos, como la quimioterapia. 426 euros en ristre que le llevaron a preguntarse cuál era la calidad de vida de las personas enfermas de cáncer en este país.

"Cuando me diagnosticaron me vi en plena crisis económica y en desempleo. Me encontraba mejorando mi formación con un curso en el Colegio de Abogados. A pesar de ser licenciada en Derecho, no sabía que teniendo 20 años cotizados, tras cobrar el paro y pasar por el proceso oncológico, mis únicos ingresos eran 426 euros restándole el 40% del coste de mis medicinas", explica Figueroa. Y su lucha ni mucho menos es nueva. Una huelga de hambre y distintas visitas con representantes políticos, además de casi un millón de firmas que avalan sus peticiones en change.org, no han conseguido que llegue el día en que Figueroa vea sus sueños hacerse realidad.

Figueroa habla de su petición./ Youtube"En un principio atendí a mi salud. Me operé, seguí los tratamientos, me extirparon los dos pechos y sufrí varias operaciones. No me recuperaba bien y tenía muchos problemas con los tratamientos. Estaba pendiente de otra intervención y decidí hacer pública mi situación. Quería visibilizar la legislación existente. Que los enfermos en desempleo, más allá de su formación, están en total desamparo", señala. Con una huelga de hambre de un mes en 2013 puso sobre la mesa "que les leyes aprueban la exclusión social de los enfermos".

"Promesas incumplidas"

Figueroa fue consciente entonces que no era la única persona afectada y en esta tesitura se decidió a hacer una petición en Change.org. "Hice la petición pública por todas las personas que están en esta situación, no por mi. La solución es sencilla: cambiar la ley de la Seguridad Social para que proteja económicamente a los enfermos de cáncer. Ya hay una propuesta de ley en el Congreso de los Diputados para hacerlo".

Tras solicitar la incapacidad, Figueroa pasó a cobrar 550 euros, algo que tampoco le ha sacado de sus apreturas económicas. "En octubre de 2014, el Congreso aprobó con ayuda de Bloque Nacionalista Galego -partido ahora extinto- una cambio en la ley de la Seguridad Social con todos los grupos a favor, pero no prosperó", afirma. "Desde entonces, todos los años voy al Congreso y me reúno con los distintos portavoces. En las últimas elecciones Sánchez, Rivera, Iglesias... contestaron a mis peticiones, pero no son más que promesas incumplidas", sentencia.

Con secuelas importantes tras su proceso canceroso -ahora mismo ya no hay cáncer- Figueroa no ha podido volver a trabajar, y eso que lo ha intentado en alguna ocasión. "Todo esto es una cuestión economicista. El cambio legislativo supone que tendría que salir dinero de las pensiones. La realidad es que mientras estamos enfermos no podemos quedar desamparados", dice. Según la gallega, "habría que acudir al Pacto de Toledo -ahora mismo sin acuerdos- y la Hucha de las Pensiones, que actualmente sobrevive de trasvases de dinero".

La lucha de Figueroa, además, ya ha sido avalada por la Asociación Española Contra el Cáncer pese a que "hace cinco años me trataron de loca y ahora reafirman mi teoría". Según la propia entidad, tras un estudio realizado en su propio observatorio, "unas 11.000 personas trabajadoras por cuenta propia son diagnosticadas de cáncer de las cuales más del 80%, al cotizar por la base mínima, sobrevive con 395€ durante su baja laboral". Además, "9.832 pacientes con cáncer se encuentran en situación de desempleo, más de la mitad de los cuales no reciben ninguna prestación económica".

"Tenemos un gran caballo de batalla. Cobrar este dinero mientras uno está enfermo pone en riesgo la pérdida de la vivienda y no poder cubrir las necesidades básicas", asegura Figuero, que va un poco más allá: "Alguien que padece un cáncer tiene que cuidarse más. ¿Con ese dinero cómo pagas el gas, la calefacción y otros lujos, como la alimentación sana?", se pregunta. "A lo mejor no se puede conseguir todo lo que queremos pero deberíamos avanzar con esta enfermedad. Mi lema siempre ha sido, 'Si el cáncer no te mata que no te mate el hambre'".

Con muchas limitaciones para hacer una vida normal debido a las secuelas del cáncer y sus tratamientos, Figueroa se mantiene al pie de un cañón que no va a dejar de estar cargado. "Todo esto es durísimo, tengo 53 años y ni siquiera puedo andar como antes, no puedo alzar los brazos, tengo neurópatas en las yemas de los dedos por la quimioterapia. Además, cuando se habla de inclusión en los trabajos es todo de boquilla, nada que ver con la realidad", denuncia.

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