El juzgado de Instrucción numero 12 de Palma ha citado a los periodistas de Diario de Mallorca, José Francisco Mestre, y de Europa Press, Blanca Pou, el viernes día 4 a las 10 horas para "hacerles entrega en forma de los dispositivos de su propiedad".

Los móviles de ambos periodistas y los ordenadores fueron intervenidos por el magistrado el pasado día 11 de diciembre. El magistrado Miquel Florit dictó ese día un auto, en una pieza separada declarada secreta del caso Cursach, donde ordenaba a la Policía que reclamase a los dos periodistas la entrega voluntaria de sus móviles y otros dispositivos electrónicos y que facilitasen el acceso a sus ordenadores de trabajo. En caso de no acceder al requerimiento, el auto ordena la requisa forzosa y la entrada y registro en las redacciones de ambos medios de comunicación.

El insólito auto fue dictado en una pieza donde se investiga a funcionarios policiales del Grupo de Blanqueo de Capitales, la unidad que ha investigado al magnate de la noche Bartolomé Cursach, por una presunta revelación de datos de dicho sumario de corrupción política, empresarial y policial.

La Policía sí llegó a registrar la redacción de Europa Press, pero la dirección del Diario de Mallorca se opuso a su entrada en la sede del diario.

Los dos medios de comunicación presentaron una querella contra el juez Florit por los delitos de prevaricación judicial, contra la inviolabilidad de domicilio y contra el secreto profesional de los periodistas, amparo por la Constitución y el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Ni Mestre ni Pou figuraban como investigados en la pieza secreta y en todo caso habrían tenido la condición de testigos. La querella ha sido admitida a trámite por el Tribunal Superior de Justicia, instancia adecuada para investigar a un magistrado.

Los abogados de los dos medios exigieron al juzgado de instrucción 12 que se emplazara formalmente a Mestre y Pou para la recuperación de sus teléfonos y otros dispositivos y también reclamaron que se certificara si alguien ha tenido acceso a esos objetos, qué información ha sacado de los mismos y con qué sentido y destino.

La fiscalía anticorrupción informó a finales del año pasado de que los objetos confiscados habían permanecido bajo custodia en la caja fuerte del juzgado de instrucción 12 y que no habían sido analizados. No obstante, desde esa nota oficial han pasado varios días y se ignora si finalmente los móviles y el resto de dispositivos han sido examinados y su contenido volcado. La fiscalía justificó la requisa en un evanescente deseo de preservar los elementos del delito de revelación de secretos atribuido a los dos agentes de Blanqueo de Capitales, que fueron detenidos y a los que también se les requisaron los móviles.