Estaba pasando sus vacaciones en Menorca cuando de repente, Steven Tartt, un turista inglés de 32 años, tuvo que intervenir para evitar que dos niños se ahogaran en la piscina del hotel en el que se encontraba.

El joven advirtió que los menores corrían peligro y el socorrista no se daba cuenta, así que se tiró al agua y salvó a los dos pequeños, según Liverpool Echo.

Por esta acción heroica, Tartt pide una recompensa a la agencia de viajes TUI. Lo cierto es que de la dirección del hotel, el turista recibió como agradecimiento una botella, pero no se quedó satisfecho.

Tal como ha explicado el británico, la experiencia le amargó el resto de las vacaciones en la isla balear y tuvo que tomarse una semana de descanso.

No obstante, la agencia TUI se niega a abonarle cualquier compensación alegando que la decisión de salvar a un niño que se está ahogando es una decisión individual.