En marzo de 2015 un joven montó un "flashmob" con familiares y amigos en la playa de San Juan para pedir a su novia matrimonio.

Ese mismo mes, un joven crevillentino pedía matrimonio a su novia en plena Glorieta de Elche bailando junto con una decena de amigos la canción de Ariana Grande "Bang Bang":

Sin salir de esa misma fecha, que se ve que se puso de moda para arrodillarse, un policía de Alicante cerró un cine para pedir matrimonio a su novia por sorpresa y ante 80 amigos:

En abril del mismo año, un corredor del Triatlón de Elche pide a su novia que se case con él al cruzar la meta y completar los 113 kilómetros:

Un mes después, un agente aprovechaba el acto del día de la Policía Local para pedir por megafonía a su novia que se casara con él:

En marzo de 2017 un estudiante del Máster en Dirección y Gestión de Empresas pedía matrimonio a su novia, también alumna, ante 500 personas en plena graduación en la Universidad de Alicante.

Las pedidas de mano con sudor y lágrimas se han convertido en un clásico y ya se ven pocas carreras populares a cuyo término no se produzca una. Y no sólo una:

Tres corredores piden la mano a su pareja en la Maratón de Santa Pola (21 de enero de este año)