Eran las cinco de la tarde de ayer lunes cuando un zumbido hizo saltar las alertas de los propietarios de un bar situado en el barrio gijonés de Pumarín. "No se podía pasar por delante del bar" dice uno de los vecinos que ayer presenció como cientos de estas avispas se agolpaban en las inmediaciones de la entrada al local. "No pudimos entrar, era imposible, veíamos avispas por todos lados, estaban como locas, se pegaban contra las ventanas" relata el vecino.

Tras comprobar que era imposible acceder al interior sin sufrir ningún daño decidieron llamar al 080, "nos dijeron que echáramos un spray para aturdirlas, pero ni mucho menos se morían o quedaban aletargadas, es más, se volvían más agresivas". Fue entonces cuando otra vecina decidió volver a llamar al teléfono de emergencias para intentar encontrar una solución. En esta ocasión explicaron lo que tenían delante, "había avispas de dos tipos, unas muy grandes y negras, con las patas amarillas, tan grandes como un dedo meñique, de unos cuatro centímetros y otras más pequeñas, que volaban incluso más rápido". Fue así como los servicios de emergencias se dieron cuenta de a lo que se enfrentaban podían ser avispas asiáticas.

"Nos dijeron que miráramos bien si había un enjambre dentro del local, pero lógicamente con el susto no pudimos buscar mucho, decidimos cerrar la puerta y esperar", relata una vecina de la cafetería. La escena impresionaba a quienes pasan cerca del local. Al llegar al lugar los bomberos rociaron con un spray especial el lugar y desinfectaron las zonas cercanas. "Se llevaron una de las avispas muertas para analizarlas porque vieron que se trataba de ejemplares muy grandes. También nos aconsejaron comprar un spray y echarlo por las ventanas y las puertas de los locales y pisos cercanos".

Estas avispas asiáticas están causando muchos problemas en el norte peninsular. En Galicia ya han fallecido tres personas por la picadura de estos insectos en lo que va de verano. En la noche de ayer los bomberos tuvieron que intervenir en otros cuatro lugares por hechos parecidos. Esos servicios están logrando frenar el avance de esta especie que aprovecha los días de calor para elaborar sus enjambres y propagarse con rapidez.

Hace meses que en Asturias se había alertado de la presencia de este tipo de avispa y se había prevenido sobre su incursión. Además, no hace mucho fue detectada la primera reina de avispa asiática en Gijón lo que levantó la voz de alarma en las autoridades.