El jardín central de la avenida Blasco Ibáñez de València luce unos extraños símbolos que sólo pueden ser apreciados con nitidez desde la altura. Es una imagen que ha empezado a convertirse en viral después de que la registrara un vecino de la zona, Vicente Montañés. Realizadas con yeso, ocupan toda una parcela yerma. Al parecer, en esta zona (acotada con cinta) se han realizado talleres al aire libre, detrás de los cuales estaría la autoría de los signos. Sin embargo, nadie ha reivindicado, a día de hoy, ni la autoría ni el porqué de esta acumulación de signos, lo que contribuye, como suele ser habitual en estos casos, a darle un halo de misterio. Ahora mismo ya se ha convertido en un auténtico acertijo urbano.

Las grandes estructuras trazadas sobre el terreno tienen dos vertientes especialmente conocidas. Aquellas que se producen empleando piedras para elaborar dibujos son los geoglifos, de los que los más famosos son las Líneas de Nazca en Perú, de unas proporciones descomunales y que están catalogadas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y por otra, los diseños trazados en campos de cultivo o agorifos, mucho más modernos. Todos ellos se caracterizan por la necesidad de encontrarse en un plano elevado para poder apreciarlos.

Estas figuran son campo abonado para las teorías de la conspiración y para la ufología, al atriburse, tanto en el caso de las obras milenarias como de las recientes, un origen extraterrestre, mientras que en el otro extremo se consideran señas relacionadas con los cultos arcaicos en un caso o simples gamberradas o expresiones artísticas en otro.