Un niño de 10 años de edad evitó el martes que la discusión que mantenía su madre con su expareja llegara a más y pudiera tener un desenlace indeseado.

El niño regresaba de la calle a su vivienda de la avenida El Ferial cuando antes de entrar en el domicilio materno escuchó llorar a su madre y cómo el hombre que al parecer había sido su pareja la gritaba.

El niño salió del edificio y se encaminó al cuartel de la Policía Local en la calle Toro. Faltaban diez minutos para las seis de la tarde cuando el pequeño entró en el cuartel y pidió a los agentes que fueran a su casa inmediatamente. El menor les explicó que había ido a su casa, que había escuchado llorar a su madre y cómo el que había sido su pareja profería gritos contra ella. El niño les expresó su temor de que le pudiera pasar algo a su madre y les insistió en que acudieran a ayudarla.

La denuncia del pequeño movilizó una patrulla desde la central. Los agentes se personaron en el domicilio donde identificaron a la madre y a su expareja.

Los dos policías comprobaron que en el domicilio se había producido una discusión y que el hombre había agredido a su expareja. Tras cruzar los datos de identidad del varón comprobaron que sobre este pesaba una orden judicial de alejamiento que había quebrantado.

Los agentes pusieron los hecho en conocimiento de la Guardia Civil que poco después se personó en el domicilio, comprobó lo que había sucedido y detuvo al hombre por un presunto delito de violencia de género y por quebrantamiento de una orden de alejamiento judicial. El detenido paso a disposición del Juzgado de Guardia de Benavente con posterioridad.