La lluvia de estrellas más importante de la primavera, la Eta Acuáridas, tendrá su momento álgido en la madrugada del sábado 6 de mayo, aunque el fenómeno quedará algo deslucido por el brillo de la Luna.

Esta lluvia de estrellas se produce dos veces al año y es observable sobre todo en el hemisferio sur del planeta.

El origen de los meteoritos de la eta Acuáridas es el cometa Halley, un cuerpo celeste grande y brillante que orbita alrededor del Sol en una órbita de 76 años.

En su viaje, el Halley desprende pequeñas partículas metálicas que traspasan la atmósfera terrestre, se desintegran y se convierten en las estrellas fugaces que vemos.

Por eso, aunque ahora mismo el Cometa Halley se encuentre en las profundidades del sistema solar exterior (no volverá a la Tierra hasta 2061), es posible ver los restos de la cola de este astro.

La eta Acuáridas se producirá entre el 19 de abril y el 28 de mayo pero el momento más intenso tendrá lugar la noche del 5 y al 6 de mayo, según la web del Observatorio Astronómico Nacional.

En ese momento, la Luna -que estará llena el día 10 de mayo- estará al final de la fase de cuarto creciente, lo que dificultará la observación de la lluvia de estrellas.

Para observarla, hace falta buscar un lugar lejos de la contaminación lumínica de las ciudades y mirar hacia el sureste del horizonte, donde está la constelación de Acuario, de donde toma su nombre esta lluvia de estrellas.

La previsión es que el máximo de esta lluvia de estrellas se produzca alrededor de las 4:00 horas (peninsular) de la noche del 5 al 6 de mayo, sin embargo el número de meteoros visibles no se puede saber con seguridad.

Se estima, en su máximo, que pueda llegar a los 70 meteoros por hora, explica a Efe el director del Planetario de Pamplona, Javier Armentia, quien recuerda que esta vez la Luna "lo complica".