El acoso escolar se ha convertido en una lacra y continúa siendo uno de los problemas más graves a los que se enfrentan las escuelas de todo el mundo. Por esta razón, son muchos los métodos que han visto la luz con la finalidad de prevenir una situación que con las nuevas tecnologías se ha vuelto aún más complicada. Uno de los más conocidos y eficaces es KiVa, un programa de origen finlandés, que pretende acabar con el acoso escolar en los centros educativos.

En Finlandia ya se aplica en el 90% de las escuelas y contar o no con este proyecto se ha convertido en una condición que muchos profesores y alumnos tienen en cuenta a la hora de elegir una escuela en la que trabajar o estudiar.

¿Qué es KiVa?

El acrónimo KiVa viene de la expresión 'Kiusaamista Vastaan' (contra el acoso escolar) y que en finés significa 'chulo, guay'. Se trata de un método que busca prevenir y afrontar el acoso en los colegios y que fue desarrollado por la Universidad de Turku (Finlandia) en el año 2007 con el apoyo del Ministerio de Educación.

Para los profesionales nórdicos la excelencia educativa de su sistema escolar pasa por erradicar el acoso escolar. Así lo indica Christina Salmivallim, profesora de psicología en Turku y una de las creadoras del programa, "el 'bullying' es un problema universal y creo que debe ser prioridad para cualquier Gobierno".

¿En qué consiste?

El programa KiVa consta de una veintena de clases que los estudiantes reciben a los 7, 10 y 13 años para reconocer los tipos de 'bullying' y mejorar la convivencia.

Las clases, que se distribuyen durante todo el curso académico, se dividen en 10 lecciones de 45 minutos cada una. El respeto, la empatía o la importancia de trabajar en grupo son algunos de los temas que se tratan. Además, cuentan con diverso material de apoyo: manuales para el profesor, reuniones y charlas con los padres, videojuegos y hasta un buzón virtual donde las víctimas y testimonios pueden denunciar bajo el anonimato.

En los colegios en los que se ha implantado el método los alumnos, que realizan sus tareas siempre en grupos mixtos, aprenden que no está bien que uno esté triste ni que tampoco hay que hablar cuando otro habla. Asimismo, los profesores les inculcan en las lecciones que no hay que reirse de los demás. Con esto, "se pretende aumentar la actitud positiva y reducir los comportamientos negativos", señala Samivalli. "El sentido de la unidad en este tipo de colegios es lo más importante".

¿Cuáles son sus objetivos?

El propósito fundamental de KiVa es abordar los casos graves de acoso de la forma más efectiva posible intentando educar a los jóvenes desde el principio para que reconozcan los distintos tipos de abuso y sepan actuar contra ellos.

Al mismo tiempo, este programa pretente 'entrenar' a otras figuras que también son protagonistas en este tipo de situaciones: los profesores y los compañeros.

Por una parte, KiVa intenta que el personal de la escuela se comprometa profundamente con esta cuestión social ofreciendo información básica sobre 'bullying' y 'ciberbullyng' y las formas idóneas de cómo abordarlo. Por otro, pretende influir sobre los compañeros para que, en lugar de aceptar silenciosamente la situación o alentar a los acosadores, apoyen a la víctima y transmitan de esta forma que no aceptan las prácticas abusivas.

A diferencia de otros métodos que sólo se centran en las figuras del acosado y del acosador, KiVa hace hincapié en el grupo de personas que no participan del acoso sino que sólo observan: los testigos. "KiVa intenta cambiar las normas que rigen al grupo. Dentro de este, están los otros, esas persona que observan y que se ríen", indica Salmivalli.¿Qué resultados está consiguiendo?

Por el momento, en base a los datos que ha emitido el gobierno de Finlandia, la eficacia de KiVa es arrolladora. En el año 2007, cuando se implantó por primera vez este programa en el país nórdico, se logró reducir en más del 40% los casos de acoso escolar.

Años más tarde y siguiendo con esta tendencia ascendente, en el 79% de los colegios desapareció por completo el 'bullying' y en el 98% de los centros en los que se comenzó a trabajar con KiVa se concluyó que estaban "muy satisfechos" con la metodología y con los resultados que el programa les estaba proporcionando.

Estados Unidos, Nueva Zelanda, Estonia o Italia ya se han apuntado a las ventajas de KiVa. Además, ya está disponible en inglés en las escuelas primarias de Argentina, Chile, Perú, Colombia, México y España.