Las redes sociales se han volcado con el pequeño Adrián. El menor de Algemesí, que sufrió hace unos años un terrible accidente que le postró en una silla de ruedas, vivió hace unos días un episodio que sus familiares denunciaron a través de Facebook. Cuando la madre del joven, junto a sus otros hijos, fue a un restaurante chino de la localidad para comprar la comida se encontró con ciertas dificultades ya que, según reveló el tío de Adrián, le negaron la entrada en el establecimiento. El motivo que se adujo fue que, debido a las persistentes lluvias, los neumáticos de la silla de ruedas «ensuciarían el suelo» del establecimiento.

El inccidente tuvo lugar el domingo 18 de diciembre, en pleno desarrollo del fenómeno meteorológico conocido como gota fría que mantuvo en vilo a los habitantes de la Ribera. Varios días después, el tío de Adrián mostró su indignación ante lo ocurrido. «Trató de impedir la entrada de Adrián con su silla al interior del restaurante porque decía que le ensuciaba el suelo con las ruedas del carrito especial que maneja tras sufrir daño cerebral, y pidió que dejara fuera lo que para él son sus piernas», relataba a través de Facebook.

«Dolor profundo»

Seguidamente, añadía: «Fue un trato tan maleducado, insensible y discriminatorio que la impotencia hace que a día de hoy aún caigan de los ojos de la madre de Adrián lágrimas de dolor, dolor profundo de una madre que lucha con todas sus fuerzas cada segundo de sus días por el pequeño». Asimismo, el tío anunció que trasladaría la queja y la denuncia «ante el organismo correspondiente» al tiempo que enviaba un mensaje directo al niño: «Adrián, tal restaurante no merece tu bonita sonrisa», sentenciaba.

Las reacciones no se hicieron esperar. En cuestión de horas, la publicación contaba con miles de visionados, casi un millar de «me gusta» y centenares de comentarios, en su mayoría de apoyo al pequeño. No obstante, los mensajes de ánimo y fuerza a la familia y al propio Adrián se convirtieron, de vez en cuando, en frases elevadas de tono, párrafos ofensivos y llamadas incluso al boicot del restaurante. Ante esa pequeña escalada de odio, la propia familia decidió retirar la publicación de su muro de Facebook apenas un día después de haberla difundido.

Confusión idiomática

El actual dueño del restaurante, por su parte, negó ayer que se tratara de impedir la entrada del menor al local y atribuyó los hechos a un malentendido por el desconocimiento del idioma: «Mi madre no habla muy bien español, en aquel momento acababa de fregar y lo que quería era advertir a los niños de que el suelo estaba mojado y que tuvieran cuidado, fue una terrible confusión». El mismo gerente del local reconoció que tiene intención de reunirse con la familia para disculparse por lo ocurrido y explicarles su punto de vista. El propietario del establecimiento también destacó que Adrián y su familia han visitado el restaurante en diversas ocasiones: «Siempre que han venido les hemos tratado de la mejor manera posible».