La consulta ginecológica tiene de una forma creciente preguntas sobre temas considerados tabú hasta hace muy poco. Los ginecólogos están cada vez más acostumbrados a que sus pacientes quieran solucionar problemas que les impiden desarrollar una vida sexual plena o que les acompleja. Mientras que, por otro lado, el condicionante religioso y cultural lleva cada vez con mayor frecuencia a la consultas a mujeres que solicitan una reconstrucción del himen.

Los ginecólogos del Instituto Bernabeu de Alicante se enfrentan de forma cada vez más frecuente a las necesidades de las pacientes. La doctora Paloma Baviera reconoce que la genital "es una cirugía cada vez más demandada porque la sociedad se ha liberado de tabúes en torno a la sexualidad y recibimos más consultas de temas íntimos, en muchos casos porque provocan complejos". La ginecóloga añade que en el Instituto Bernabeu se efectúan de forma cada vez más habitual cirugías que resuelven problemas congénitos o adquiridos por un traumatismo o provocados tras el parto. "Hay mujeres que desean una cirugía porque sufren dolor, tienen malestar o están acomplejadas". Y entre ellas, la cirugía más demandada es la del estrechamiento de los labios menores. Una de cada diez mujeres presenta labios asimétricos que suelen resultar antiestéticos y pueden mermar la autoestima, además de generar problemas funcionales.

Estrechamiento vaginal

Dentro de las intervenciones de cirugía íntima son frecuentes las de estrechamiento vaginal y la consulta suelen hacerla mujeres que han tenido varios hijos y cuya vagina ha quedado distendida e incluso desgarrada o más holgada. Para ello se realiza una reconstrucción con la misma piel de la vagina y su función principal es favorecer el disfrute en las relaciones sexuales. "Las consecuencias del parto a largo plazo pueden producir incontinencia urinaria, prolapso o amplitud vaginal y esto hace disminuir el placer o que haya dolor y para solucionarlo hay una cirugía". La operación dura unos quince minutos, se hace con anestesia local o sedación y no requiere un ingreso hospitalario.

Las intervenciones más frecuentes son la ninfoplastia, o reducción de los labios menores; la vaginoplastia o estrechamiento de la vagina y la himenoplastia o reconstrucción del himen. En este caso la intervención está ligada en la mayor parte de los casos a condicionantes culturales y religiosos que obligan a las mujeres a llegar vírgenes al matrimonio. La consulta suelen hacerla mujeres de etnia gitana y también mujeres árabes para quienes es muy importante recuperar la virginidad.

Otra de las causas que lleva a las mujeres a la consulta ginecológica es el desgarro producido por piercings colocados en la zona genital que provoca pérdida de sensibilidad y que puede generar infecciones o heridas graves. A la vez, otra intervención, en este caso más leve, es la que elimina quistes sebáceos y también la eliminación de verrugas genitales.

A la consulta llegan también mujeres que necesitan la rotura del himen por problemas médicos y funcionales. En algunos casos por vaginismo, otros se debe a la existencia del himen muy rígido y su apertura favorece las relaciones sexuales. Y en algunos casos, la mujer no ha tenido relaciones sexuales e inicia un tratamiento de fecundación in vitro (FIV) por lo que es necesario romperlo. También se realiza su apertura en los casos en los que esta membrana impide el normal desarrollo de la menstruación en las adolescentes.

La doctora Paloma Baviera del Instituto Bernabeu, señala que la cirugía de genitales es una práctica médica cada vez más frecuente y hace hincapié en que se centra fundamentalmente en los problemas orgánicos y funcionales de las pacientes.