La Dirección General de Tráfico (DGT) realizará durante este año más de 120.000 pruebas de detección de sustancias psicoactivas entre conductores en vías interurbanas de toda España, excepto en el País Vasco y Cataluña, lo que supone un incremento del 38 por ciento respecto a las practicadas en 2015.

Se estima que estos controles supondrán una reducción de al menos un 17 % de accidentes de tráfico, ha informado el Ministerio del Interior en un comunicado.

Una de las razones para incrementar este tipo de pruebas es la constatación de que un alto porcentaje de conductores conducen con presencia de drogas y alcohol al volante, tal y como se refleja en el último informe Druid.

En dicho estudio, el 12 % de los conductores elegidos al azar dieron positivo en alcohol y drogas por encima de los límites legales y el cannabis y la cocaína son las dos sustancias más frecuentes halladas.

Asimismo, las pruebas hechas en 2015 constataron que el 59 % de los conductores que habían cometido alguna infracción dio positivo a drogas ilegales, así como un 33 % de los evaluados en controles preventivos.

Interior ha explicado que las pruebas salivares para la detección de la presencia de drogas en los conductores tienen un efecto disuasorio, al igual que ocurre con los test de alcohol.

Además de los controles preventivos, se someterá a la prueba a los usuarios involucrados en un accidente y a los infractores dentro del Plan de Vigilancia Integral.

La DGT está estudiando también establecer otras medidas de refuerzo pedagógico y rehabilitador entre los conductores ampliables a otros campos que se irán concretando a lo largo del año.

Conducir con presencia de drogas en el organismo conlleva una sanción de 1.000 euros y la detracción de 6 puntos del carné.