Hoy se celebra el Día Mundial de la Bicicleta y por ello es importante destacar que pedalear reduce el riesgo de sufrir infartos en más de un 50 por ciento, además de que mejora los sistemas circulatorio e inmunológico, previene dolores de espalda y protege las articulaciones.

Así lo ha asegurado el especialista en traumatología y cirugía ortopédica del Hospital Quirón de Torrevieja, el doctor Ernesto de Casas, quien ha explicado que esto se debe a que se ejercitan las partes superiores e inferiores del cuerpo, lo que es un ejercicio "muy completo, especialmente indicado para personas con problemas de sobrepeso o enfermedades cardiovasculares".

También es recomendable como complemento terapéutico de enfermos de cáncer y sida, ya que el pedaleo "favorece la movilización de los fagocitos, las células que devoran bacterias de nuestro cuerpo, y ésta permite la aniquilación de bacterias y células cancerígenas".

Según el especialista en medicina rehabilitadora del mismo hospital, el doctor Ramón Fernández, se reduce el riesgo de infarto porque "promueve una mejor resistencia a la insulina, mejora las cifras de tensión arterial, aumenta la capacidad contráctil de la coraza y disminuye el colesterol malo (LDL, Lipo A) y aumenta el bueno (HDL)".

Con esto se consigue aumentar "la flexibilidad de los vasos, la sedimentación de la placa aparece con menos frecuencia y disminuye el riesgo de una calcificación de las arterias", han señalado las mismas fuentes.

Ambos expertos han coincidido en la importancia de optar por un tipo de postura adecuado sobre la bicicleta, para lo que es muy importante un ajuste correcto de la altura del sillín, zona sobre la que apoyamos el 80 por ciento del peso corporal.

Así, recomiendan que el cuerpo quede inclinado hacia delante para que la musculatura de la espalda esté "bajo tensión" y se estabilice el tronco, ya que con el pedaleo se "fortalece la zona lumbar y previene la aparición de hernias discales".

Al contrario que en otros ejercicios de cardio, sobre la bicicleta no se sobrecargan articulaciones como las rodillas, ya que permanecen a salvo de impactos y sobrecargas sin dejar de ejercitarlas.

"Cuando las articulaciones soportan poca presión, la energía y las sustancias nutritivas pueden ser difundidas con mayor facilidad por los cartílagos y eso supone beneficios a largo plazo que previenen la artrosis", han agregado.

Los doctores también han incidido en que no hace falta invertir mucho tiempo para notar resultados, ya que con diez minutos se pueden ver mejoras a nivel muscular, en el riego sanguíneo y en las articulaciones.

Con treinta, además, se sentirán beneficios cardíacos y con 50 se empezará a estimular el metabolismo graso.

Por último, han recordado que, como con cualquier ejercicio, la bicicleta permite al cerebro estar mejor oxigenado y generar más endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad.

"Las personas que montan en bicicleta tienen menos depresiones y enfermedades psicológicas", han aseverado.