El ciudadano que acudió el domingo a la puerta de un colegio electoral de Aldaia con un cartel en el que se leía "este traje lo he pagado yo", no cometió ningún delito ni falta, ni infringió la legistación electoral. Así lo estableció ayer el titular del juzgado de instrucción número tres de Torrent, que decretó el sobreseimiento porque "no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado motivo a la formación de la causa".

Aunque no pertenece a ningún partido ni está vinculado a una lista electoral, A.R.M. se colgó la frase porque "era verdad", que se había pagado ese traje" pero también porque "como ciudadano" asegura que siente que Camps le ha engañado. "Independientemente de que la Justicia ya dirá si hay delito o no, a los ciudadanos nos ha mentido porque dijo que no conocía al Bigotes y luego resulta que eran amiguitos del alma". Votó en el colegio electoral que le corresponde con normalidad sin que nadie le llamara la atención y, a continuación, se desplazó a Aldaia donde tiene familiares con los que había quedado "para tomar algo".

En plena calle junto a un colegio electoral, un hombre "que llevaba una pegatina del Partido Popular" le dijo que no podía estar allí con esos carteles porque tenían "connotaciones políticas". El afectado asegura que le dijo que era una simple frase y aquel avisó a la Policía Local.

Según su versión, el agente de la zona le pidió la documentación y dio aviso a los superiores. Finalmente le devolvieron el DNI pero al rato, "cuando esta a punto de marcharse", llegó el jefe de Policía. "Me dijo que me marchara o me detenía. Me negué a marcharme porque no tenía motivo y tres agentes se me echaron encima, me esposaron y me metieron en el coche de la Policía Local", narra.

Este vecino asegura que estudia emprender acciones jurídicas por abuso de autoridad o detención ilegal.