La hormona del crecimiento favorece el sistema inmunitario de las personas seropositivas y la eficacia de las vacunas en pacientes en los que hasta ahora no funcionaba, según un estudio del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa.

El descubrimiento, según informa este organismo, se ha llevado a cabo en el marco del programa para el desarrollo de la vacuna del Sida, Hivacat, que se lleva a cabo mediante un consorcio público-privado, considerado por los expertos un referente internacional.

Las mismas fuentes señalan que esta terapia podría utilizarse como complemento a una futura vacuna del Sida y que también se puede usar para mejorar la efectividad de varias vacunas ya existentes en personas con el sistema inmunitario deprimido por el VIH, por el envejecimiento, sesiones de radio o quimioterapia o por otros problemas de salud.

El estudio, liderado por la investigadora Margarida Bofill, se ha publicado en la revista de la Sociedad Británica de Inmunología, Immunology, y demuestra, por primera vez, que un tratamiento con la hormona del crecimiento en pacientes seropositivos permite que recuperen el sistema inmunitario y mejorar así la eficacia de determinadas vacunas que no habían sido efectivas por la debilidad de su estado inmunitario.

La hormona del crecimiento permite mejorar la función del timo, un órgano linfoide situado detrás del esternón donde se generan un tipo de glóbulos blancos denominados células T, que son los responsables de activar diferentes células del sistema inmunitario, como por ejemplo las células B, encargadas de producir los anticuerpos necesarios para luchar contra las infecciones.

El estudio demuestra que recuperar parcialmente el timo antes de administrar una vacuna a pacientes con VIH permite una activación del sistema inmunitario que es esencial para defender al paciente de posibles futuras infecciones.

Desde el IrsiCaixa se ha señalado que esta terapia actuaría como complemento para determinadas vacunas, pero que a diferencia de los "adjuvantes" que se utilizan en otras vacunas, esta habría que administrarla antes de la aplicación de la vacuna.

El estudio se ha llevado a cabo con 278 pacientes infectados por el VIH con una respuesta inmunitaria deficiente a, al menos, una de estas tres vacunas, la hepatitis A, la hepatitis B o el tétanos, y que seguían teniendo respuestas deficitarias después de dos vacunaciones.

Los pacientes se dividieron aleatoriamente en tres grupos, A, B y C, y a cada uno se les aplicó un procedimiento. Al A se les dio hormona del crecimiento y la vacuna a la que anteriormente no habían logrado respuesta, los del B recibieron sólo la hormona del crecimiento, y a los del grupo C, la vacuna a la que no habían respondido.

El tratamiento se administró tres veces por semana durante seis meses y resultó que los pacientes del grupo A fueron los que mejor respondieron a la vacuna que se les administró, ya que el tratamiento estimuló el sistema inmunitario gracias a la recuperación parcial de su timo.

El IrsiCaixa es un instituto de referencia internacional de investigación del Sida que cuenta con más de cincuenta científicos que centran su actividad en la investigación básica para comprender los mecanismos de infección por el VIH y desarrollar nuevas terapias y vacunas, y participa en estudios clínicos para evaluar las nuevas estrategias terapéuticas.