El paciente trasplantado de cara en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona el pasado mes de marzo ha recibido hoy el alta. Óscar -no ha trascendido su identidad completa- fue sometido a una operación que requirió 22 horas y la participación de una treintena de especialistas, y supuso el trasplante de toda la piel y músculos de la cara, la nariz, los labios, el maxilar superior, todos los dientes, el paladar, los huesos de los pómulos y la mandíbula, con la consiguiente cirugía plástica y microcirugía reparadora de los vasos sanguíneos.

Los nueve trasplantes de cara anteriores fueron parciales, como fue el caso de los realizados en el Hospital de La Fe de Valencia y Virgen del Rocío de Sevilla. El paciente tiene aún dificultades para hablar y su rehabilitación "será larga", han dicho los médicos que le atienden.

Pese a los avances del paciente, que ha ganado sensibilidad en gran parte de su nuevo rostro y está recuperando de forma parcial la movilidad de la musculatura, tardará entre año y año y medio para conseguir el 80 y el 90 por ciento de las funciones del rostro, ha indicado el principal artífice de la intervención.

En adelante, deberá seguir controles clínicos y sesiones de fisioterapia, logopedia y terapia facial hasta que recupere totalmente la movilidad de la cara, ha añadido.

El joven sufría una deformidad grave en la cara causada por un accidente que le impedía respirar por la nariz y la boca y le dificultaba mucho deglutir y hablar. Ahora "puede mover las cejas y sonreír sin problemas, pero todavía no puede cerrar totalmente los ojos", ha indicado el jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados del Vall d'Hebron, Joan Pere Barret,

Barret ha detallado las dificultades postoperatorias sufridas, pese a la "muy buena evolución" y "colaboración" del paciente, que poco después de la operación sufrió una trombosis en el lado izquierdo de la cara, un problema con la unión de la lengua y una acumulación de saliva que se solventó con tratamiento médico.

Se trata de dos rechazos agudos y uno más leve, absolutamente solventados a base de inmunodepresión, ha señalado Barret, que ha indicado que por el momento el labio es la zona más falta de sensibilidad por su "lejanía" y la debida espera para que le crezcan nervios.

Desde el punto de vista psicológico, los profesionales aseguran que Óscar está preparado para volver a casa, aunque deba seguir estrictos controles. Con todo, han celebrado que haya aceptado sin problemas el nuevo rostro.