El equipo médico de la Plaza Monumental de San Marcos de Aguascalientes (México), donde el sábado se atendió en primera instancia al torero José Tomás tras la grave cornada que le infligió su segundo toro, ha defendido hoy el buen estado de las instalaciones tras las críticas recibidas.

Varios periodistas cuestionaron en sus crónicas la falta de material, y el diestro mexicano Fernando Ochoa, que estuvo,presente en la enfermería, aseguró hoy, a preguntas de Efe, que "faltaron pinzas" para detener la profusa hemorragia que sufrió el matador y también oxígeno, así como que las instalaciones "no estaban preparadas" para atender una cornada "como ésa".

La enfermería, donde el torero perdió mucha sangre, está siendo limpiada y desinfectada para dejarla en perfectas condiciones para la corrida de esta tarde y, según explicaron a Efe miembros del equipo médico, cuenta "con todo lo necesario" para atender cualquier percance.

"Es cierto que no hay un banco de sangre porque eso es muy complicado", refirió uno de los sanitario, pero se dispone "de todo el instrumental y de los medicamentos necesarios".

Esta mañana, inspectores del Ayuntamiento de Aguascalientes han procedido a revisar el material disponible y las condiciones que presenta la enfermería donde José Tomás fue estabilizado antes de poder ser trasladado al cercano Hospital Hidalgo.

José Tomás perdió "la mitad" de la sangre que tiene un cuerpo humano y se le transfundieron dos unidades de plasma en la enfermería y ocho en el centro hospitalario, en cuya UVI está internado tras una operación quirúrgica de más de dos horas.

El equipo médico del centro ha reconocido la pericia del personal que atendió al maestro de Galapagar (Madrid) en el coso y destacado que, de no habérsele suministrado sueros y plasma, no habría sobrevivido.

"Me agarró de la mano en la enfermería y me dijo que le dolía mucho, mientras no paraba de sangrar a borbotones", explicó hoy su compañero y amigo Fernando Ochoa, que le acompañó en los primeros momentos tras la espeluznante cornada.

La actitud de José Tomás en la enfermería también fue destacada por los médicos, que confesaron que les ayudó "mucho" la tranquilidad y los ánimos que les transmitió antes de ser trasladado al centro hospitalario en el que fue operado de urgencia.

El subalterno Diego Martínez, de la cuadrilla de "El Payo", también jugó un papel destacado en los primeros momentos, al introducir su mano en la herida para taponarla mientras José Tomás era trasladado a la enfermería.

En declaraciones a Efe, contó hoy cómo le impresionó la cantidad de sangre que iba perdiendo el torero, por lo que no se lo pensó y taponó la herida. "Cuando se la quitaba, la sangre salía a borbotones, por lo que se hicieron unos segundos eternos" hasta llegar a la enfermería.

En cuanto a la decisión de intervenir quirúrgicamente sin anestesia al diestro, el doctor Alfredo Ruiz aseguró que fue "una cuestión de segundos" y que, aunque el diestro se dolió, "había que sacarlo vivo de la plaza".

El traslado se hizo en ambulancia, con el tráfico cortado para una mayor agilidad y con el diestro entubado después de que se le estabilizase y tras sufrir un shock hipovolémico por la cantidad de sangre perdida, añadieron las fuentes.

Se escogió el Hospital Miguel Hidalgo y no la Clínica Guadalupe, más próxima a la Monumental, por contar con mejores instalaciones quirúrgicas y personal "muy capacitado".