La propuesta hecha por la Comisión Europea para que en 2012 todos los países de la Unión Europea (UE) prohíban fumar en bares y restaurantes podría incorporarse en España este mismo año, una decisión que ha reabierto el debate entre los derechos de los fumadores y no fumadores.

El deseo de la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, es que el endurecimiento de la actual ley, vigente desde 2006, se lleve a cabo durante el semestre de presidencia española de la UE, ya que así nos igualaríamos a los más de 200 millones de personas que viven en países europeos donde no se pude fumar en ningún espacio público cerrado.

Hosteleros, tabaqueras y fumadores en general han mostrado su total desacuerdo con esta reforma, mientras que los no fumadores, sociedades médicas, organizaciones de consumidores y la mayoría de partidos políticos excepto el PP han saludado con satisfacción dicha noticia.

Más de un millón de españoles abandonó el tabaco en los dos primeros años de vigencia de la ley, han destacado a Efe fuentes de Sanidad.

En el mismo periodo de tiempo los niveles de nicotina ambiental cayeron un 83% en los centros de trabajo y un 53% en los restaurantes.

Además, la exposición al humo del tabaco bajó un 30% y los infartos se redujeron un 11% en hombres y un 9% en mujeres, según las mismas fuentes.

Otros argumentos que esgrime Sanidad a favor del endurecimiento de la normativa son que el tabaco provoca más de 50.000 muertes al año entre los fumadores y alrededor de 3.000 muertes por tabaquismo pasivo.