El juego y el sexo, según los expertos, son los dos campos que mayor volumen de negocio generan en Internet. Un estudio realizado por la empresa de análisis N2H2 en 2005 indicaba que unos 30 millones de personas están diariamente conectados a la red en busca de imágenes de sexo explícito en alguna de las 260 millones de páginas web que ofrecen pornografía.

El ilicitano Antonio Rodríguez (nombre ficticio bajo el que prefiere preservar su anonimato) creó una web con contenido cultural hace cinco años. Para sacarle cierta rentabilidad acudió a un portal en el que podías registrarte y poner en tu página banners (anuncios de Internet) de servicios de videntes on-line, horóscopos, etc. "Cada vez que esa empresa realizara una venta de uno de sus servicios yo me llevaba una comisión. Te convertías en una especie de comercial indirecto. En esa web, además, había un foro de webmasters. Hablaban de la pasta que se estaba sacando la gente con las páginas para adultos, así que me decidí a hacer una", explica.

La tarea era bien sencilla. Simplemente tenía que crear una página, posicionarla bien en Google y contratar vídeos que ofrecen portales denominados "sponsors". "Me hice con un programa con el que creabas varias páginas dentro de un mismo dominio. Finalmente, tenía más de 400 webs con cerca de 100.000 visitas diarias. Además, en esa época, a los usuarios se les abría una pestañita que les ofrecía la posibilidad de acceder a contenido extra a través de otro tipo de conexión. La mayoría de gente ni se daba cuenta y pulsaba "ok", con lo que su modem se desconectaba y accedía a un servicio de telefonía 906. Con eso llegaba a sacarme hasta 9.000 euros al mes", relata Rodríguez.

El "chollo" terminó con la introducción del ADSL. Y es que muchas fuentes de negocio en Internet nacen con fuerza al igual que mueren de la noche a la mañana. Ahora, Antonio Rodríguez ha limitado su número de páginas a 70 y sólo obtiene 500 euros, a través de nuevos sistemas como el de descarga de vídeos por SMS o el de vídeo-chat con chicas que ofrecen espectáculos sexuales.

Luna, una ilicitana de 22 años que se ha sumado a este gremio virtual, deja muy claro que, ante todo, a ella le encanta el sexo, por lo que no le comen los prejuicios a la hora de afrontar su trabajo. "Además, son todo comodidades: trabajo desde casa, no tengo jefes, cuando quiero me fumo un cigarro... Yo decido cuánto y cómo trabajo", afirma con firmeza. Desde hace algunos meses pertenece al grupo de chicas que ofrece el "sponsor" español sexpartycamlive.com a diferentes páginas webs. Ha trabajado durante años en la noche, de camarera y de gogó, pero el gran monstruo de la crisis la dejó sin demasiadas opciones.

Conoció las posibilidades que les ofrecían los dueños de esta web y no se lo pensó. Instaló una cama en una de sus habitaciones, un par de ordenadores y una webcam, todo lo necesario para configurar el decorado donde hace realidad las fantasías de muchos amigos del cibersexo. La mayoría de las veces sola y otras con su novio, que tampoco tiembla a la hora de mostrar ante desconocidos lo bien que se lo pasa en la cama con su chica. "En la noche te das cuenta que el sexo no es tan diferente. Estamos en el siglo XXI, esto está a la orden del día. Simplemente trato de ser simpática y agradar a la gente. Y oye... agradarme a mí también, que yo disfruto con mis clientes", resalta sin ningún tipo de corte.

Sus padres, dice, no tienen claro lo que hace. "Saben que su hija sale por Internet, pero no bien cómo". Lo que quizá tampoco conocerán es su salario, que puede ascender hasta los mil euros en un buen mes, que se puede dividir en jornadas diarias de cuatro a ocho horas, según el día. "Los sábados no hay mucha faena, porque todo el mundo sale. Pero los domingos y, sobre todo, los lunes, la clientela mejora". PROFESIONALESPROFESIONALES DEL CIBERESPACIOLA WEB NO DEJA DE CALENTARSEBITESBITES POR LADRILLOSJUGAR A GANAR DINEROPERIODISMO 2.0