La alcaldesa de Alicante ya tiene quien la escuche. La tormenta desatada por Sonia Castedo al anunciar que impedirá que los pasajeros que lleguen a la ciudad en el AVE de Madrid puedan seguir viaje en autobús hacia Benidorm, gracias a una línea regular que tendría su origen en la propia estación, siguió ayer provocando la repulsa general de Benidorm, y su sector turístico, pero también la reacción de Consell y Renfe. Ayer, tras conocer las críticas de la primera edil, la Conselleria de Infraestructuras y Renfe enviaron a Alicante a portavoces autorizados para apagar el fuego y buscar un acuerdo en un primer encuentro para buscar el consenso, tras el que Castedo se mostró abierta al diálogo pero con una condición de partida: La negociación de la futura lanzadera del autobús pasa por que los taxistas de la ciudad dé su visto bueno.

Aunque la competencia para autorizar nuevas líneas de autobuses es del Consell, los ayuntamientos tienen derecho a vetar las paradas en sus municipios. La alcaldesa de Alicante no puede boicotear una línea, punto a punto, entre la estación de autobuses de Alicante y la de cualquier otro municipio, pero sí tiene derecho de veto en el caso de que el operador decida parar en una calle determinada, o en la propia estación del ferrocarril, una infraestructura propiedad de Adif, pero considerada parada de Alicante, según la ley. Renfe, la empresa que gestionará la línea del AVE con Madrid, tiene entre sus objetivos llenar los trenes, precisamente, con los pasajeros que se desplazan desde el centro de España a la capital de la Marina Baixa en autobús, de ahí que la operadora considera clave contar con un lanzadera-bus en la propia estación.

Por su parte, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias se desmarcó ayer de la polémica recordando que su misión se ha limitado a reservar espacio en la nueva zona de la estación para los taxis, coches de alquiler y 4 autobuses; un área de estacionamiento cuya función será facilitar el acceso de autobuses para trasbordos en caso de avería de los AVE y para uso de los operadores ferroviarios. Allí cabría también la línea regular de autobuses.

Por su parte, la alcaldesa Sonia Castedo, reiteró ayer que en la nueva estación del AVE "únicamente hay cuatro plazas para autobuses y no llevan nombre ni apellidos". La primera edil, que se mostró abierta al diálogo con Renfe y el Consell, recordó, en este sentido, que todas las líneas regulares tienen su llegada en la estación de autobuses del puerto. La regidora matizó, sin embargo, que está "abierta a toda negociación" con cualquier municipio, pero "siempre contando con la opinión del transporte público de la ciudad, sobre todo la de los taxistas, que llevan mucho tiempo esperando la llegada del AVE". Al respecto, remarcó que "la decisión final" será del Ayuntamiento de Alicante y habrá que sentarse a hablar con ella.

Por otro lado, Castedo volvió a cargar, de nuevo, contra la concejala de Turismo de Benidorm, Gema Amor. La alcaldesa acusó a Amor de "tergiversar" la información, pues en el proyecto de la estación "únicamente hay previstas cuatro plazas para autobuses" y que pueden ser "para cualquier línea, previa autorización de la Generalitat y del Ayuntamiento". Al respecto, matizó que, si bien la competencia del transporte interurbano es de la administración autonómica, la última palabra la tiene el consistorio.

Cualquier decisión, reiteró Castedo, la tomará "después de sentarme con el transporte urbano de Alicante y sus taxistas", al tiempo que aseveró que "no me opongo a facilitar el acceso a la estación del AVE a otros municipios". A preguntas de este diario, aclaró que "las líneas regulares llegan a la estación de autobuses", si bien matizó que "a partir de ahí, cuando haya que facilitar el acceso nos sentaremos y lo estudiaremos, pero no hay ni una sola petición" de municipios de la provincia para negociar con ella la instalación de lanzaderas en la estación del AVE.

"Asumo que el AVE es de la provincia, pero no las formas", añadió Castedo, en referencia a la reunión mantenida por Amor y representantes de Adif en Madrid sin contar con ella. "No voy a permitir enterarme de acuerdos por los medios", aseguró e incidió en que, primero, deberán sentarse con ella. Sobre qué ocurriría si algún municipio le plantea establecer una lanzadera regular en la estación del AVE, señaló que primero "se sienten con el Ayuntamiento, que ya tendrá la opinión del transporte público, y seguro que se llega a un acuerdo con Benidorm o con cualquier otro municipio".

Benidorm clama contra la edil

Benidorm fue ayer un clamor contra Castedo. En clave política se manifestaron en contra de la alcaldesa los partidos del gobierno local como el PSOE -"es inconcebible que Castedo no se entere de que el motor del AVE Madrid-Alicante son los turistas que vienen a Benidorm", dijo el secretario general socialista Rubén Martínez-, o el CDL; pero también incluso la oposición: el edil no adscrito, Juan Ángel Ferrer, mostró su "repulsa" contra la munícipe y su "total apoyo" al gobierno local. Es más, el concejal y diputado popular Manuel Pérez Fenoll mostró su apoyo "a defender los intereses de Benidorm", si bien pidió "consenso" y no "conflictos y titulares como quieren Agustín Navarro y Gema Amor".

El presidente de Hosbec, Antonio Mayor, y el de Ociobal, Rafael Navarro, acusaron a Castedo de "no tener ni idea de cómo funciona el turismo". "Muchos turistas de Benidorm van a Alicante a realizar compras; ¿tenemos ahora que prohibirles que lo hagan?" se preguntó Navarro de forma explícita.

Navarro ha elegido hasta el color de los autobuses

La Fundación Turismo Benidorm, que engloba tanto al Ayuntamiento como a los empresarios del sector, está convencida de que la ciudad podrá contar con autobús directo desde la estación del AVE pese al veto con el que ha amagado la alcaldesa Sonia Castedo. Tanto, que ayer el primer edil benidormí, el socialista Agustín Navarro, anunció que ya se han emprendido negociaciones con la compañía Alsa (concesionaria de los viajes entre Alicante y Benidorm) para programar la nueva línea de autocar, que podría tener entre 8 y 24 frecuencias dependiendo de los tránsitos del AVE finalmente programados. Esos nuevos autobuses llevarán incluso el logotipo de Benidorm. O sea, que ya está elegido hasta el color de los autocares. Es más, el munícipe aseguró que la Fundación premiará con una estancia gratuita al primer turista que use el nuevo tren para pernoctar en el municipio. Para Navarro, el porcentaje de usuarios que empleen el AVE para llegar a Benidorm será muy elevado, comparable incluso al de los que utilizan con el mismo objetivo el aeropuerto de El Altet y superior al que se quedará en Alicante. No en balde, "Benidorm tiene 72.000 plazas turísticas y Alicante sólo 7.500" siguió Navarro, quien matizó que esta última ciudad "podrá ser la capital administrativa pero no es la capital turística". De ahí que pidió a Castedo "que no ponga trabas" al negocio turístico, porque eso es lo mismo que perjudicar al juguete de Ibi o al turrón de Xixona". a. ruiz