«¿En qué podemos ayudarle?» preguntó en mayo en las Cortes el líder de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana, Toni Cantó, al presidente de la Generalitat, Ximo Puig. «Creo que podemos trabajar juntos, hay un plan para la Comunitat Valenciana y a ese plan le convoco», respondió el jefe del Consell. Ese plan era el de reconstrucción de la Comunitat Valenciana ante la covid y Ciudadanos se sumó la semana pasada, junto al PP y los tres grupos del Botànic.
Ese acercamiento no ha concluido. Es un primer paso. Incluso hay un camino trazado. Miembros de Ciudadanos ya se han reunido con el Gobierno de España para establecer contactos de cara a una posible negociación de los presupuestos del Estado, que el Ejecutivo pretende aprobar antes de final de año. Serían los primeros porque aún rigen los de 2018 que los populares aprobaron para ese año.
Ayer el vicesecretario general, Carlos Cuadrado, número tres del partido en España, aseguró que su partido va a intentar que los presupuestos del Estado sean «lo más de Ciudadanos posible y lo menos bolivarianos posible». Y en esa idea se reconoce también el síndic de Cs, Toni Cantó. La síndica adjunta, Ruth Merino, ya dijo hace unas semanas que si su partido se sienta a negociar es para atraer al centro al PSPV y alejarlo de Compromís y Unidas Podemos.
Dispuestos a hablar
Fuentes socialistas admiten que están dispuestos a continuar hablando con Cs tras el pacto de reconstrucción aunque señalan que la negociación del presupuesto autonómico aún está lejana. Pero el pacto de la semana pasada ha tenido una consecuencia clara y es que acerca a Cs, que tiene 18 diputados en el parlamento valenciano, a esa negociación.
Pero los socios del PSPV en el Botànic, Compromís y Unidas Podemos, ya han dejado claro que no les gusta que los socialistas coqueteen con Ciudadanos. Con todo, la situación en la Comunidad Valenciana es distinta a la de Madrid porque si bien en el Congreso el ejecutivo de Pedro Sánchez no va a renunciar a un posible apoyo de diez diputados aunque ello moleste a Podemos, en la Generalitat la mayoría de izquierdas está muy consolidada y ha aprobado cinco presupuestos consecutivos.
