El último giro ideológico de Inés Arrimadas ha llevado a Ciudadanos a alejarse de su línea más dura y dar un golpe de efecto en la provincia a través de un pacto con el PSOE en Xixona. El síndic de Ciudadanos en las Cortes, Toni Cantó, siguiendo la estela marcada por su líder nacional, ha precipitado este fin de semana esta nueva alianza en una maniobra de calado provincial que se enmarca en la primera gran crisis del equipo de gobierno de la Diputación, formada por PP y Cs. La decisión de Xixona la aceleró Cantó como respuesta a la foto del congreso del PP en la que el diputado Javier Gutiérrez acudió a abrazar al nuevo presidente provincial, Carlos Mazón. El contraataque de Ciudadanos al congreso fue cerrar esta nueva alianza con una nueva instantánea cargada de simbolismo: Javier Gutiérrez y la alcaldesa de Xixona, Isabel López, en el despacho de la Diputación del portavoz socialista, Toni Francés. Minutos después, los dos nuevos socios anunciaban la medida de nuevo en la puerta del Palacio Provincial mientras aseguraban que este emplazamiento fue elegido por las «agendas apretadas» de los dos diputados. La gestión municipal, que hasta ahora recaía en exclusiva pero en minoría en el PSPV, se repartirá a partir de ahora entre ocho concejales: cinco socialistas y tres de Cs.
En esa estrategia por buscar espacios equidistantes, los de Arrimadas han mostrado en los últimos meses una sintonía insólita con Ximo Puig, con constantes acuerdos en las Cortes y con un claro acercamiento a la izquierda para la reconstrucción de la Comunidad tras el covid. El objetivo es escenificar su capacidad de negociación para ganar notoriedad pero, a la vez, navegar entre dos aguas y no romper lazos con el PP. Ese el discurso que siguen manteniendo para tratar de marcar distancias y salir de la sombra de los populares tras el batacazo electoral, pero sin caer en los brazos del PSOE en una institución con un gran valor estratégico como es la Diputación de Alicante. Con dos diputados y nueve asesores a dedo, Ciudadanos ha tensado la cuerda con los populares, pero sin llegar a romperla. Al menos por el momento. Fuentes provinciales y autonómicas del partido aseguraron ayer que, por ahora, no se está orquestando una operación para apartar a Carlos Mazón de la Diputación, aunque reconocieron que el pacto en Xixona abre nuevas vías para mover ficha en un futuro.
Desde que estalló la pandemia, Arrimadas se ha abierto a acuerdos con la izquierda en su empeño por devolver a la formación a la primera división. La alianza alcanzada por el PSOE y Ciudadanos para gobernar en Xixona, con la socialista Isabel López como alcaldesa, se produce después del toque de atención que Toni Cantó dio a Carlos Mazón a cuenta del Fondo de Cooperación Municipal y de la visita de Javier Gutiérrez al congreso del PP, que su líder conoció por redes sociales. Ayer, el portavoz parlamentario de Ciudadanos devolvió la jugada rápidamente y volvió a elevar la tensión contra el presidente de la Diputación dando el visto bueno a una maniobra que estaba sobre la mesa desde hace meses, pero que fue cerrada este fin de semana en València. Y así dejó bien claro que va a repartir juego a dos bandas. Los naranjas también tienen un pacto con el PSPV en Sant Joan, lo que deja a los dos diputados provinciales que sostienen a Mazón (Javier Gutiérrez y Julia Parra) gobernando con los socialistas en sus respectivos municipios. Toni Cantó autorizó este bipartito para dirigir el municipio durante los tres próximos años a sabiendas de los constantes intentos del PP por abortar la operación tratando de sacar adelante una moción de censura en Xixona con los concejales de Compromís.
El líder autonómico aseguró ayer a este medio que este pacto se enmarca «en la normalidad» de un partido de centro y que su objetivo es «traer hacia el centro» al PSOE y al PP. Toni Cantó quiso hacer hincapié en que la pasada semana llegó a un pacto en el Ayuntamiento de Massalfasar con el PP porque, según defendió, «pretendemos dar estabilidad, más en un momento como este». Pero ayer el ambiente en la Diputación estaba caldeado. Mientras los dos nuevos socios de gobierno en Xixona presentaban su acuerdo en la puerta del Palacio Provincial, el diputado del PP Javier Sendra se ubicaba a cuatro metros intentando escuchar las declaraciones, visiblemente nervioso. Por su parte, el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, indicó que ve la nueva alianza con «absoluta normalidad» y dijo que «si es bueno por la gobernabilidad me parece bien» y que «la Diputación de Alicante colaborará con el Ayuntamiento de Xixona tal y como se ha hecho hasta ahora».
Otro de los protagonistas del día fue Javier Gutiérrez, quien defendió su acuerdo con el PSPV por la necesidad de llegar a negociaciones que sean «positivas para la ciudadanía». A su juicio, estos movimientos en el ayuntamiento demuestran que la dualidad existe y que el «centro político existe», y enfatizó: «Bienvenidos al centro político y a la normalidad política». Sobre la estabilidad de la Diputación, dijo que «somos capaces de hablar con todas las fuerzas y de gobernar en todos los sentidos con PSOE y con PP».
Finalmente, la alcaldesa de Xixona, Isabel López, recordó que el PSPV fue la fuerza más votada y que «es un pacto de futuro cuyas bases se han levantado sobre el interés común de trabajar por lo local».
