Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Dos presidencias en un año

Mazón tomará el control del PP el mismo fin de semana que cumple su primer aniversario en la Diputación

Dos presidencias en un año

Carlos Mazón tomará las riendas del PP el mismo fin de semana en el que cumple su primer aniversario al frente de la Diputación. Una fecha que a partir de ahora estará marcada en rojo en el calendario del partido por el cambio de rumbo que supone este nuevo liderazgo que nace en clara sintonía con la dirección de Pablo Casado desde Madrid. El 19 de julio de 2019, Carlos Mazón desfiló por el atril del hemiciclo del Palacio Provincial con una doble actitud ante el Consell, la misma que ha mantenido a lo largo de los últimos meses. Mazón ha ido marcando un perfil duro a la hora de denunciar los agravios que, de acuerdo con su versión, perpetra la Generalitat en esta provincia. Pero poco tiene que ver la sintonía que exhibía con Ximo Puig al inicio del mandato con la distancia que evidencia ahora.

Nunca hubiera imaginado aquella calurosa mañana estival en el Palacio Provincial -ante Puig y su valedor Teodoro García Egea- que dos catástrofes sin precedentes iban a desembarcar como una apisonadora para llevarse por delante una parte de sus planes. Este aniversario como presidente de la Diputación llega en un momento complicado, al encontrarse en medio de una lucha contra el coronavirus que deja tocada la economía y golpea al turismo. Así y todo, el cargo institucional más importante con el que cuenta el PP en toda la Comunidad Valenciana se puso en primera línea durante la alerta y centró sus esfuerzos en abordar la pandemia desde tres frentes. Primero, acciones para reactivar a los sectores productivos alicantinos. En segundo lugar, fondos dedicados a los municipios para financiar gastos derivados de esta crisis. Y por último, apoyando directamente a las personas damnificadas con subvenciones sociales. Lamentablemente, la recuperación se atisba lenta y cargada de incertidumbre por lo que ha abordado de lleno la emergencia social con medidas como un fondo municipal de 6 millones de euros para autónomos y pymes. También puso a disposición de la Conselleria el centro Doctor Esquerdo para aliviar el colapso de los hospitales, facilitó un paquete de créditos con un tipo de interés del 0% y aprobó ayudas con destino al gasto social por otros 6 millones. Por contra, en la catástrofe que asoló la Vega Baja en septiembre, el presidente de la Diputación y desde hoy del PP tiene a sus espaldas un sinfín de críticas por la falta de un plan de rescate tras el paso del temporal. Y de eso hace ya 10 meses, denuncia la oposición, sin poner ni un solo euro.

Las constantes apelaciones al diálogo de Mazón y su habilidad para la negociación le han llevado durante este año a exprimir al máximo sus argumentos y a usar todas sus herramientas para convencer al rival. Con esa capacidad indiscutible ha logrado esconder ciertas grietas hasta hacerlas prácticamente inapreciables. El ejemplo más evidente es su relación con Ciudadanos. Los vaivenes internos han tensado en ocasiones el pacto pese a su empeño por aparentar unidad a toda costa. Y el nuevo presidente provincial del PP cumple un año desde su investidura con averías en la relación con sus socios de gobierno. Su decisión de borrarse, como ya hizo su antecesor César Sánchez, del Fondo de Cooperación Municipal que impulsa la Generalitat y alargar con ello la discriminación de los municipios alicantinos en relación a los del resto de la Comunidad al negarse la Diputación a poner su parte en el proyecto, no solo le ha provocado duros ataques desde la bancada de la oposición. También Ciudadanos, en ese volantazo ideológico de Inés Arrimadas, le ha apretado las tuercas para exigir que cambie de postura y alcance un acuerdo con el Consell que permita hacer llegar a los municipios esos 13,7 millones. Mazón mantiene el pulso esgrimiendo la discriminación que sufre la provincia por las competencias sociales y sanitarias que asume la institución aunque corresponden al Consell y que, según defiende, ahogan las arcas públicas.

En este camino ascendente en el que el dirigente provincial ha querido tenerlo todo bien atado hasta asumir hoy el mando provincial del PP, tampoco ha logrado aplacar el conflicto con Compromís por las transferencias de dinero público desde el grupo popular de la institución a las cuentas del PP. Probablemente sea el peor quebradero de cabeza de cuantos ha tenido este año, convertido ya en una durísima batalla judicial que no lleva camino de bajar de tono. Aunque contados, también ha habido momentos de más calma para Mazón. En la senda de la recuperación económica, logró sacar adelante por unanimidad el plan de obras Planifica con el que la Diputación realizará la inversión más importante de su historia, de más de 71 millones de euros y un importable volumen de empleo. Tras una etapa de provisionalidad en el PP con Eduardo Dolón, hoy la cúpula nacional desembarcará en Alicante convencida de que ha dado con la tecla para unificar el poder institucional con el control provincial del partido. Un giro de timón para consolidar el terreno que Mazón abonó este año desde los despachos de la Diputación.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats