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Todas las alarmas en Podemos y una oportunidad para Compromís

El resultado de la última asamblea en la Comunidad deja a los morados en un escenario crítico tras la desaparición en Galicia y el desplome vasco

Todas las alarmas en Podemos y una oportunidad para Compromís

En las filas de Podemos daban por hecho que la doble cita con las urnas de este pasado fin de semana se traduciría en un retroceso electoral en Euskadi, como así se produjo; y con una redimensión a la baja de su espacio político en Galicia, hinchado en 2016 gracias al éxito electoral entonces de la fórmula de En Marea. Pero lo que nadie esperaba era un desplome de casi la mitad de la representación en el País Vasco. Y la desaparición en el mapa gallego con la ruptura en mil pedazos de En Marea que, al final, se ha saldado en una tragedia electoral. Con la marca de Podemos sin presencia en un sistema que aplica en Galicia un exigente listón del 5% en una provincia para poder lograr escaños en la cámara autonómica. Sólo hay una ley electoral aún más restrictiva: la que se aplica en el territorio valenciano con un 5% autonómico. La desaparición gallega y el desplome vasco marca una línea para los morados en la Comunidad que les deja, sin ningún tipo de duda, en el peor de los escenarios posibles para cuadrar su futuro y con un único asidero: la labor del vicepresidente Rubén Martínez Dalmau en el Consell.

No es una cuestión de potenciales electores. El espacio político que generó la formación de Pablo Iglesias hace un lustro sigue existiendo. Es cuestión de que los votantes, muchos de ellos en las franjas más jóvenes, ya no se sienten atraídos por Podemos. Ocurre que el «Sí se puede», como se ha demostrado en las urnas gallegas y vascas, ya no lo representan, en este momento, los morados. Ni siquiera se han pasado a las filas socialistas. Han decidido engrosar casi por completo las siglas de fuerzas territoriales de izquierdas como el Bloque Nacionalista Galego o Bildu que, con un discurso menos identitario pero a la vez más social y transversal, han reagrupado el voto que ha perdido Podemos hasta lograr, en ambos casos, los mejores resultados de toda su historia y convertirse en las siglas que liderarán la acción de oposición.

A todo eso cabe sumar que Podemos carece de estructura territorial y que, estos momentos, tiene una concepción más jacobina de España al acabar con muchos de sus alianzas autonómicas. Sus electores les han abandonado por una izquierda territorial, a la que ellos sumaron en parte en un principio y que ahora han abandonado. La batalla de la última asamblea de Podemos en la Comunidad Valenciana incide en esos errores que han quedado al descubierto en Galicia y Euskadi. La victoria de Pilar Lima frente a Naiara Davó incide punto por punto en ese modelo del pablismo. Menos territorial, más centralista. Más alejado del modelo de la España autonómica. Así que todo este panorama deja a los morados con un escenario muy sombrío en la Comunidad Valenciana.

En Compromís, sin embargo, lo ven como una oportunidad de recoger ese espacio que deja huérfano Podemos como en Galicia y Euskadi. La debacle morada, apuntaron cargos valencianistas, puede cohesionar a la coalición. Evita tentaciones de un sector de Iniciativa para coquetear con Podemos. Y además, señalan, es una ocasión inesperada de conectar con una bolsa de electores que han pescado casi en su totalidad el Bloque y Bildu. Ocurre que estas dos formaciones han abierto su mensajes hacia un discurso más centrado en la calle con dos candidatas -ambas mujeres- de un perfil social y muy cercano. ¿Podrá hacer ese viaje Compromís?

La cúpula de Compromís propone reforzar el Botànic y lanza 25 puntos para la recuperación

La comisión ejecutiva de Compromís se reunió ayer telemáticamente para presentar un documento en el que se abordan un total de 25 metas para la recuperación de la Comunidad Valenciana tras la crisis sanitaria, económica y social y con el principal objetivo de reforzar el Botànic. La coalición considera que las elecciones de Galicia y Euskadi son un ejemplo de un nacionalismo progresista que lucha contra la deriva que marca la extrema derecha de la actualidad, por lo que quiere situarse como el gran defensor del Pacte del Botànic con su espíritu progresista y valencianista. El documento pactado que se presentará el próximo jueves tiene cuatro grandes ejes de acción en la gestión: economía, políticas sociales, ecología, calidad democrática y cogobernanza. Según apuntaron desde la ejecutiva de Compromís, es momento de defender «la buena salud del Botànic y potenciar las políticas de izquierdas».

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