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El nuevo pulso político que se avecina entre Puig y Mazón

El presidente de la Diputación coge la bandera contra el plan del Consell de retornar el Hospital de Torrevieja al servicio público

El jefe del Consell, Ximo Puig, y el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón. INFORMACIÓN

El Consell y la Diputación han entrado de nuevo en un terreno movedizo que les lleva hacia un nuevo conflicto, en este caso por la reversión del Hospital de Torrevieja tras anunciar la Generalitat que este departamento de salud privatizado en su día por el PP pasará a ser gestionado directamente por la conselleria cuando finalice el contrato en 2021. Más allá de la repercusión comarcal, el conflicto abre una vía de agua entre las dos administraciones y vuelve a interferir en las inestables relaciones entre Ximo Puig y Carlos Mazón. El presidente de la Diputación se ha enganchado durante estos últimos días a ese tema como una de las banderas de su oposición al Consell. Sus horizones políticos no solo se centran en estos momentos en la institución. Tiene la mirada puesta en el congreso provincial de su partido del sábado 18 de julio en el que se convertirá en presidente provincial del PP. Y esa concesión entregada en su día a Ribera Salud durante el mandato de los populares en el Consell, se puede convertir en una oportunidad para posicionarse de nuevo al lado de las necesidades de la Vega Baja y tratar de evidenciar los «olvidos» de la izquierda en esta comarca. Ya lo hizo el PP en su día contra el requisito lingüístico y ahora vuelve a centrar sus esfuerzos en esta zona con la reversión del Hospital de Torrevieja, una promesa del Pacte del Botànic.

Para exponer los motivos por los que considera necesario prorrogar la concesión de la gestión, que está previsto que finalice en octubre del año que viene, Mazón ha remitido una carta al jefe del Consell en la que le pide una reunión advirtiéndole del «grave error» que, a su juicio, supondría la reversión de este centro hospitalario. El dirigente provincial basa su discurso en dos ejes. Por un lado, las inversiones que se ponen en juego y, en segundo lugar, el riesgo de dar un paso atrás en la calidad asistencial. Su relato se basa en el ejemplo del Hospital de Alzira con datos sobre el incremento del gasto y las listas de espera, lo que le lleva a defender el «éxito» de la colaboración público-privada en la sanidad. Ayer mismo, durante el acto de presentación del proyecto del Consell Valencià de Cultura en la Vega Baja, Mazón le insistió a Puig sobre la necesidad de abordar la situación en un encuentro. Desde el Consell, sin embargo, apuntan que la Diputación no tiene competencias de Sanidad y atribuyen el movimiento del presidente de la Diputación a una operación estrictamente política.

La consellera Ana Barceló aseguró en las Cortes Valencianas que la Generalitat tiene la intención de seguir con su hoja de ruta y recuperar la gestión directa del departamento. Basándose en estas declaraciones, Carlos Mazón no ha querido perder la oportunidad de sacarle ese asunto a Ximo Puig tras los sonoros encontronazos que ha mantenido con el Fondo de Cooperación Municipal, al que la Diputación se ha negado hasta ahora a sumarse. Según Mazón, el modelo de Torrevieja «ofrece magníficos resultados de calidad y eficiencia», recordando que el mantenimiento de la gestión supondrá una inversión de más de 30 millones en equipamiento médico suplementario y en la construcción de un nuevo centro de salud para Orihuela Costa.

La prueba de la importancia de este tema es que al movimiento del líder del PP, respondió el portavoz socialista en la Diputación, Toni Francés. «¿Por qué Mazón repudia la gestión pública de la sanidad?», dijo antes de hacer un llamamiento al dirigente del PP para que «se dedique a arreglar los muchos desaguisados que tiene en su gestión, y no entre como elefante en una cacharrería en áreas que no son de su competencia». En opinión del diputado del PSPV, la actual campaña personal en la que está inmersa Mazón con el fin de liderar al PP en la provincia Alicante, «le está desnortando en lo que se refiere a la gestión de la Diputación. Se mete en todos los barrizales y discusiones, y actúa más como oposición al Consell que como equipo de gobierno».

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