El PP ya ha asumido que tiene un problema con Compromís en la Diputación de Alicante. Y no solo es político. El conflicto por las transferencias de dinero público desde el grupo popular de la institución provincial a las cuentas del partido tiene también todos los ingredientes para convertirse en una durísima batalla judicial después de que el PP presentara en pleno confinamiento una denuncia por injurias y calumnias contra el diputado provincial de Compromís, Gerard Fullana, por sembrar dudas sobre la falta de transparencia en la financiación del partido. El virtual presidente provincial del PP y máximo dirigente de la Diputación, Carlos Mazón, cumple la próxima semana un año de tensión continua con Fullana, encadenando una ristra de conflictos de todo tipo.
Aquel acuerdo de los presupuestos en el que los dos miraban a cámara sonriendo y se fundían en un tímido abrazo fue solo un fugaz espejismo. Ahora la crispación campa a sus anchas en cada pleno o comisión en la que coinciden. Este choque de trenes profundiza en las relaciones que ambos tienen con el resto de grupos. Ciudadanos sigue jugando a la ambigüedad sin marcar perfil propio en ningún debate de relevancia mientras los socialistas creen que el diálogo político tiene que ir por otros derroteros. En este barrizal de acusaciones y reproches solo hay dos protagonistas. En ambos casos la política se conjuga en singular. Y de hecho, tienen un denominador común: los dos demuestran, bien sea desde el gobierno o desde la oposición, que el liderazgo no es una cuestión de cargo, sino de actitud.
Mazón ha dado un paso más al llevar al portavoz de Compromís a los tribunales. Tal y como filtró ayer Fullana a los medios de comunicación, el juzgado de primera instancia 6 de Alicante ha asumido la denuncia del PP y lo ha citado a un acto de conciliación el próximo 25 de septiembre. En el escrito de la querella el presidente en funciones del PP provincial, Eduardo Dolón, expone que el contenido de las manifestaciones realizadas sobre la falta de transparencia en las facturas del grupo popular de la Diputación «exceden del ámbito de la libertad de expresión» y constituyen «una afrenta al honor y reputación ajenas, absolutamente vejatorias». El PP le pide que reconozca que son afirmaciones falsas y le solicita una indemnización, por daños y perjuicios, de 10.000 euros, «que deberá depositar en favor de la Asociación contra el Cáncer». Pero Fullana no se va a rendir.
Compromís insiste en pedir las facturas al PP y advierte: «No nos van a silenciar»
El portavoz de Compromís en la Diputación de Alicante, Gerard Fullana, volvió a instar al presidente de la institución, Carlos Mazón, a presentar las facturas que acrediten el cumplimiento de la ordenanza del ente en cuanto a las transferencias al partido de la subvención dedicada a los grupos políticos con representación en el hemiciclo provincial. Tras conocer la denuncia por injurias, Fullana aseguró que «el señor Mazón no va a silenciarnos con estas presiones. Si no tiene nada que ocultar, ¿por qué no muestra las facturas». Compromís considera especialmente graves que de esos ingresos «no haya acreditación de gastos mediante facturas» y añade que «vuelve la línea dura del zaplanismo».
Última parada de la ruta comarcal antes del congreso
El futuro presidente provincial del PP puso ayer el punto y final a su campaña en una visita a la comarca del Alto Vinalopó. Carlos Mazón quiso terminar su recorrido provincial en esta zona porque, según afirmó, «es la comarca a la que tengo más cariño de toda la provincia». Tras reunirse con los portavoces y alcaldes de Castalla, Onil, Beneixama, Sax, Camp de Mirra, Villena, Biar y La Cañada, Carlos Mazón reconoció la labor del alcalde de esta última localidad y asesor de la Diputación, Juan Molina, a la vez que recordó que en esta zona los populares perdieron el diputado provincial por solo 20 votos y aseguró que pondrá todo su esfuerzo en recuperar las alcaldías en 2023.
