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Los municipios alicantinos afrontan la nueva crisis más saneados y con la deuda en mínimos

Las entidades locales hacen los deberes, rebajan el lastre con los bancos de 1.211 millones en 2012 a 311 ahora y registran el endeudamiento más bajo en 11 años

Los municipios alicantinos afrontan la nueva crisis más saneados y con la deuda en mínimos

El coronavirus ha cogido a la mayoría de los municipios de la provincia con los deberes hechos. El Ministerio de Hacienda ha publicado esta semana un informe en el que evidencia que, al cierre de 2019, tan solo tres meses antes de decretarse el estado de alarma, las corporaciones locales alicantinas tenían un capital pendiente de amortizar de 311 millones, la menor deuda en once años. En general, los municipios alicantinos afrontaron esta crisis generada por la emergencia del coronavirus en mejor situación que en la recesión financiera de 2008 cuando registraban una deuda de 824 millones.

Era una cantidad astronómica equivalente a tres veces y media el presupuesto de la Diputación para un año. Una reducción del 62% en algo más de una década. Si durante el ejercicio pasado ya se marcó el mínimo con 390 millones, la tendencia a la baja se consolida en el último año con una bajada de un 20%. La comparativa de la última década resulta esperanzadora si se tiene en cuenta que en 2012 se registró el máximo histórico con un importe de deudas acumulado de 1.211 millones. Cogiendo como referencia los datos desde ese año, ya con la crisis anterior tocando a su fin, la reducción sería de un 75%.

También en el conjunto de la Comunidad ha bajado un 13%y las obligaciones municipales con los bancos han pasado de 1.705 millones a 1.483. Sin duda, los entes locales han mejorado sus números e incluso muchos de ellos tienen deuda cero. Así ocurre en un total de 66 municipios de la provincia que han hecho frente a la merma de ingresos sin precedentes y al aumento del gasto generado por la crisis sanitaria con las cuentas totalmente saneadas. Pese a todo, las arcas municipales siguen estando muy condicionadas por los créditos que deben abonar a las entidades bancarias.

Desde que en 2012 el Gobierno, con Cristóbal Montoro al frente de Hacienda, sacara adelante la Ley de Estabilidad presupuestaria, el lastre de endeudamiento que arrastraban los balances económicos de los consistorios aumentó considerablemente. Aunque las arcas locales ya han comenzado a soltar esa carga, sus dirigentes siguen denunciando que su gestión está condicionada por la imposición gubernamental de dedicar el remanente de tesorería a pagar deuda bancaria, una situación que limita su capacidad inversora y que les obliga tener dinero en sus cuentas sin poder utilizarlo. Los consistorios quieren que el Gobierno les libere esas cantidades, algo que no se ha producido.

Según el informe de Hacienda, la mayoría de pequeños municipios y algunas ciudades como Xàbia o Elda no tienen deuda viva. Benidorm la ha rebajado un 50% pasando de 35 millones en 2018 a 17,3 en 2019. Entre los consistorios más endeudados en números globales se encuentra la ciudad de Alicante con 24,6 millones pese a haber dado un buen bocado a su déficit en los últimos años. También se llevan la palma en cuanto a agujeros en sus cuentas públicas Dénia con 24,5 millones; Alcoy con 23,1 millones; Elche con 22,1; y en quinto lugar Torrevieja con 20,1 millones. El ranking es largo pero también lo es la lista de entidades locales que han disminuido sus compromisos financieros. Casi todas las administraciones han mejorado.

Frente a los 311 millones de deuda de la provincia de Alicante, la de València registran 1.045 millones y Castellón un total de 126 millones. En cuanto a las diputaciones, Alicante presenta una deuda de 300.000 euros, Valencia un total de 56,8 millones y Castellón unos 14.000 euros. También en el conjunt0 de España ha habido un gran proceso de saneamiento de las cuentas locales. La cuantía pendiente de las entidades locales con la que afrontaron la pandemia se redujo hasta algo más de los 23.236 millones, un 10% menos que un año antes.El nivel es el más bajo en 16 años, según los datos publicados por el Ministerio de Hacienda y actualizados hasta el cierre contable del 31 de diciembre de 2019.

La leve excepción de la regla y el caso de Bigastro

La leve excepción de la regla y el caso de BigastroEl informe publicado por Hacienda evidencia que hay un total de diez entidades locales que, aunque levemente, deben un poquito más que antes. Y, muy probablemente, tendrá que ver con algún incremento puntual generado por algún tipo de inversión que se haya tenido que abordar a través de una operación de tesorería. Son incrementos, en todo caso, mínimos que corresponden a las localidades de Benissa, Aspe, el Poble Nou de Benitatxell, Cocentaina, Monóvar, L'Orxa, Salinas, Tibi, Daya Vieja y Villena. Sin duda, el casos más llamativo de la provincia continúa siendo el de Bigastro, con la mayor deuda por habitante de toda la provincia.

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