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Fracasa el plan del Consell para atraer a funcionarios a los nuevos turnos de tarde

Únicamente 36 empleados públicos se apuntan a esa opción a pesar de que suponía una reducción horaria

Trabajar por las tardes no supone un atractivo para el funcionariado de la Administración del Consell y, ello, a pesar de que puede suponer un ventaja en términos de reducción horaria. Sólo 36 empleados públicos habían solicitado a fecha de ayer cambiar el turno de trabajo y acudir presencialmente a sus conselleries en horario de tarde. Hacer turnos de trabajo de mañana y tarde fue una de las medidas contempladas cuando se comenzó a diseñar la desescalada funcionarial. Un proceso de vuelta al puesto de trabajo que ha acabado en trifulca interna por el desacuerdo de varios departamentos de Compromís a una presencialidad del cien por cien cuando todavía continúa la alerta sanitaria.

El controvertido acuerdo del pleno del Consell de hace dos semanas en el que, coincidiendo con el fin del estado de alarma, se establecía el regreso físico de toda la plantilla, a excepción de las personas vulnerables, recoge la opción del turno de tarde. Eso sí, al tratarse de un cambio en las condiciones de trabajo, la conselleria que dirige Gabriela Bravo recogió su carácter voluntario. El objetivo era dar a las conselleries una herramienta útil para organizar el trabajo en las distintas oficinas evitando el riesgo de concentración de personal. Con la misma filosofía, el acuerdo contempla flexibilidad horaria en la entrada y también en la salida.

Con el fin de posibilitar el horario de tarde, la conselleria decretó que los centros de trabajo pudieran estar abiertos hasta las 20.30 horas. Hasta que llegó la pandemia, el horario de tarde para el personal de la administración del Consell se reducía a los jueves y estaba pensado para recuperar las horas que no se hacían de forma presencial el resto de la semana por entrar más tarde o salir más pronto. El planteamiento en tiempos de coronavirus era distinto: dar la opción a cambiar el turno a la tarde y, de esta manera, reducir la concentración de personas. La oferta ha seducido a pocos. El resto prefiere el turno matinal.rectificar tal como dejó claro en la reunión del miércoles. En la pelea entró también la vicepresidenta Mónica Oltra que el pasado viernes dio por hecho que el asunto se debatiría de nuevo en el pleno. Todo apunta a que Compromís no apretará más las tuercas para modificar el texto y se acogerá al margen de organización que tienen las subsecretarías.

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