La dirección nacional del PP confirmó ayer por la tarde al comité organizador del congreso provincial que la clausura del cónclave convocado para el próximo 18 de julio en el Adda contará con en su cierre con Pablo Casado. Traducción: el presidente nacional del PP, en primera persona, será el maestro de ceremonias de la entronización de Carlos Mazón en el mando provincial del partido. Un movimiento de Génova que evidencia el calado político de la operación que está en marcha para controlar todo el PP de la Comunidad Valenciana y que tiene su escenario más importante, sin ningún tipo de duda, en el cónclave alicantino que servirá para que Mazón unifique el poder institucional con el control de la organización. Esa presencia de Casado completa, de alguna manera, el círculo de la escenografía del congreso que encierra una maniobra para iniciar la renovación de todo PP en la Comunidad Valenciana ideada por el murciano Teodoro García Egea, número dos de Casado en Madrid.
La cúpula popular ya había dividido los tres congresos convocados en la autonomía durante este mes de julio en diferentes fines de semana -el local de la capital del Turia, más el provincial de Valencia y el de Alicante- para poder cuadrar la agenda de Casado. Una agenda que se había ajustado teniendo en cuenta, además, que durante estos primeros días del mes, el presidente nacional del PP está volcado por completo en la campaña del País Vasco, donde las expectativas de la coalición entre los populares y Ciudadanos son alarmantes; y en Galicia, comunidad en la que Alberto Núñez Feijóo se juega el gobierno a todo o nada con el fantasma, además, de una baja participación que le pueda afectar Así que la presencia de Casado se intuía en esta cita alicantina aunque no fue hasta ayer por la tarde cuando Génova le dio el visto bueno en un contacto que mantuvieron con representantes del comité organizador del cónclave popular, que preside el diputado provincial Adrián Ballester.
Para medir la importancia de la decisión que toma Casado con su presencia en el congreso provincial de Alicante, cabe recordar que desde hace tres décadas, cuando se refundó AP para convertirse en el Partido Popular, ninguno de los presidentes nacionales con los que ha contado la formación ha acudido a la clausura del congreso provincial. En el cónclave de 1990, celebrado en Elche para inaugurar la etapa de Eduardo Zaplana como presidente del PP en Alicante, se llegó a anunciar la presencia de José María Aznar. Era el arranque de una nueva etapa, como la que ahora empieza con Carlos Mazón. Pero, finalmente y apenas 24 horas antes de que se iniciaran los trabajos del congreso, los populares suspendieron aquella visita de Aznar aunque enviaron una amplísima representación de Génova.
El espaldarazo que la dirección nacional del PP le otorga a Mazón con esta asistencia de Casado a la clausura del congreso del próximo 18 de julio es otro elemento más del decorado de la cita que invita a pensar en el recorrido político de ámbito autonómico que tiene el liderazgo del presidente de la Diputación. Aunque, al menos hasta ahora, Mazón está intentando evitar un debate que le incomoda para tratar de «alicantinizar» por todos los medios el debate congresual, lo cierto es que, con total seguridad, ese melón se tendrá que abrir antes o después en tanto que este congreso es un paso más de Génova para tomar el mando del partido en la Comunidad. En las próximas horas, además, se sumará otro elemento más al proceso congresual del PP con la presentación de la ponencia a debate.
Una relación visible y periódica entre los dos dirigentes
Es cierto que Carlos Mazón tiene una mayor interlocución con Teodoro García Egea, el gran muñidor de la operación que acabó con César Sánchez y más tarde con José Císcar para mover todas las fichas en el tablero provincial del PP. Pero también es verdad que el contacto de Casado con el presidente de la Diputación ha sido visible, periódico y coincidiendo con grandes temas. En la imagen durante el pasado Fitur.
