P Mañana comparecerá en las Cortes para explicar por primera vez su gestión como director general de À Punt. ¿Qué balance hace de esos primeros 100 días?
R Es un balance positivo principalmente porque dentro de la casa no hemos tenido casos de coronavirus. Además, hemos tomado las riendas para hacernos imprescindibles en los hogares de toda la Comunidad Valenciana, llevando información veraz relativa a la pandemia. Miles de personas han conectado con À Punt y se han podido reencontrar con su televisión autonómica.
P Usted se estrenó en el cargo la misma semana de la declaración del estado de alarma. Sin duda, una prueba de fuego. ¿Qué cambios tuvo que hacer en la programación de la cadena durante el confinamiento?
R En primer lugar, nos tuvimos que ocupar de la seguridad interna de los trabajadores. Éramos un servicio esencial y había que responder a lo que pedía la ciudadanía. Fuimos la herramienta de contacto de los valencianos.
P Durante el estado de alarma registraron sus mejores datos de audiencia, alrededor del 3,5% de media mensual. ¿Cómo afianzar esas cifras cuando el consumo de televisión de los ciudadanos ya está bajando?
R Ese es nuestro gran reto para este verano. La gente va a estar atenta al cumplimiento de las medidas de la nueva normalidad y aprovecharemos que nos hemos ganado la confianza de los valencianos para reforzar la tarde. Armar una buena rejilla con muchas horas de directo y un magazine que rinda homenaje a, por ejemplo, cómo los alicantinos han hecho un ejercicio de responsabilidad. Queremos acercarnos a todos, a sus playas y a sus calles.
P ¿En ese modelo la cadena debe apostar por informativos, por ficción o por plasmar las actividades en los territorios?
R Hay dos puntales para este verano. Uno es mantener abiertas las tres ventanas informativas. Y el verano no es una excusa para relajarnos. Y por otro lado debemos fomentar productos que ayuden a visibilizar el turismo seguro, de excelencia y de proximidad.
P Uno de los mayores obstáculos de À Punt ha sido esta provincia, donde tienen ustedes nivesles de audiencia más bajos. ¿Cómo demostrar la idoneidad de este proyecto en Alicante?
R Alicante está en la primera línea de trabajo de esta dirección general. Lo primero es acercarnos al público alicantino con humildad para visibilizar la manera de entender la vida, de expresarse y de socializar que tienen. Esta dirección general quiere romper prejuicios sobre la imagen que esta cadena tiene en los hogares alicantinos. Es una tierra de gente que disfruta de sus celebraciones y todos ellos deben entender que esta televisión pública también es la suya. Queremos ganarnos su cariño desde el respeto.
P ¿Considera que uno de los problemas en esta provincia ha sido el uso del valenciano y no haber tenido en cuenta comarcas castellanoparlantes?
R Los acercamientos se tienen que hacer con el mayor de los respetos y con naturalidad. A nosotros se nos debería valorar por los contenidos de la tele o la radio. Esta cadena debe estar fuera de debates estériles y de conflictos sociales que no nos llevan a ningún sitio. Ahora mismo vamos a tratar de llevar a cabo dinámicas de trabajo internas que saquen esos debates del entorno habitual en el que se encuentra en los medios de comunicación. Vamos a ver cómo lo podemos resolver. Ese es un tema que figura en la ley y en el libro de estilo de la cadena y no se puede resolver con confrontación, sino con consenso.
P Todos los grupos, excepto los socialistas, se han mostrado escépticos con su fichaje y en general el proyecto de À Punt no tiene un consenso generalizado, salvo entre los socios del Botànic. ¿Siente falta de apoyo?
R Desde el consejo rector he tenido mucha complicidad yen la puesta en marcha del proyecto con absoluta transparencia. En cuanto a la vertiente política, esta es una cadena que trabaja desde la veracidad y la independencia.
P ¿Considera que À Punt se ha podido desprender de la losa de manipulación informativa que en su día arrastró Canal 9?
R La aprobación de la ley y el contrato programa que rige su funcionamiento han ofrecido a la radio televisión valenciana una serie de garantías a través de diferentes órganos de fiscalización que evitan a toda costa que no se practique una política sin pluralismo ni veracidad. Hay un libro de estilo con una serie de condiciones. Además, el comité de informativos analiza y eleva un informe semestral con sus valoraciones. El consejo rector también ejerce una función de seguimiento. Y por encima está el consejo ciudadano.
P À Punt es la cadena autonómica con un presupuesto -55 millones- más barato por espectadores. ¿Qué partida considera que necesita este medio?
R Podríamos poner encima de la mesa el sobreesfuerzo que ha hecho la cadena durante estos tres meses, pero hay que hacer un ejercicio de responsabilidad porque con el presupuesto actual hemos podido poner en pie una rejilla muy competitiva y no hemos paralizado la programación. Eso es gracias al esfuerzo de los trabajadores de la casa pero también de todas las empresas que complementan la oferta de contenidos de la radio y la televisión públicas.
