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CORONAVIRUS

El Consell responde al ataque de la derecha exhibiendo gestión y ofertas de consenso

Puig anuncia en las Cortes una gratificación económica para el personal sanitario, social y de emergencias

El Consell responde al ataque de la derecha exhibiendo gestión y ofrece consenso

A una ofensiva del PP y de la ultraderecha más de golpes bajos para ir minando al Botànic que de voces estridentes, el Consell, con el presidente Ximo Puig a la cabeza, ha decidido encomendarse a un doble relato: su gestión de la crisis y la oferta de consenso para la reconstrucción. Ese fue el hilo conductor de una sesión de control en las Cortes Valencianas en la que el presidente de la Generalitat puso encima de la mesa, entre otras cosas, un plan de compensaciones que incluye una aportación económica para el personal de la administración valenciana que ha estado en primera línea durante la crisis de la covid-19: sanitarios, plantilla de atención social y emergencias. Frente a eso, sin embargo, se encontró con el PP endureciendo sus ataques directamente contra Puig por el reparto de las ayudas al valenciano y con una intervención al límite de la alicantina Ana Vega, portavoz de Vox, en la que directamente acusó a la Generalitat de «dejar morir abandonados a los viejos». Fue el único momento en el que Ximo Puig, visiblemente enfadado, elevó el tono para contestar con dureza, en este caso, a los ultras.

Durante una jornada larguísima en el Palau dels Borja, el presidente de la Generalitat fue introduciendo a lo largo de su debate con la oposición, puntos clave de la gestión de su gobierno en estos meses. A la estrategia de Bonig de exigir al Consell que asuma responsabilidades políticas, de vaticinar problemas legales por las denuncias que diversos colectivos tienen presentadas por la labor frente a la epidemia y de poner encima de la mesa una regulación que recorte los altos cargos o que blinde el gasto en Sanidad, Puig respondió con su propuesta de un plan de compensaciones para los trabajadores públicos que tenían en sus manos la respuesta a la epidemia. Una iniciativa que puede abordar ahora al contar con el ingreso de los fondos de emergencia del Gobierno. El jefe del Consell le recordó a Bonig que, en este primer lustro de mandato del Botànic, el presupuesto de Sanidad ha crecido en mil millones frente a los recortes de nueve puntos durante la última etapa del PP en la Generalitat entre 2009 y 2014, los peores años de la anterior crisis financiera. Pero, sobre todo, con dos apelaciones al consenso a sabiendas de la importancia estratégica que tiene el PP como principal partido de la oposición. Pidió la entrega de «todos» a la reconstrucción y se ofreció, por encima de todo, a seguir dialogando con Bonig. De ese guión, el presidente Ximo Puig no se piensa desviar.

Las referencias para poner en valor la gestión del Botànic continuaron durante el debate con el portavoz de Ciudadanos, Toni Cantó, con una intervención que, en esta ocasión, tuvo perfil bajo. Después de recordar que la Generalitat ha invertido 162 millones en nuevos contratos de personal, el incremento en las pruebas para detectar el coronavirus, el millar de camas disponibles en los hospitales de campaña, el almacenaje de material sanitario para cubrir necesidades durante los próximos seis meses o la extensión de la telemedicina, el titular de la Generalitat deslizó dos importantes anuncios en clave económica, posteriormente ratificados en la sesión por el conseller Rafa Climent. Uno: los afectados por una suspensión temporal de empleo de rentas más bajas han empezado a cobrar ya el suplemento de 150 euros prometido por la Generalitat. Beneficiará los a 200.000 personas después de un arduo trabajo desplegado por la Agencia Tributaria Valenciana, la dirección general de Tecnologías de la Información y Labora. Y dos: habrá más dinero para atender a los autónomos que pidieron ayuda. Con los 57 millones que puso la Generalitat encima de la mesa no había suficiente a pesar de que es la autonomía que más ha dedicado a estas subvenciones. «Hicimos corto», reconoció Puig. Está trabajando la Generalitat en un suplemento para poder atender el resto de las peticiones de socorro que, en estos momentos, aún no se han abonado. Remató la jugada el conseller Vicent Soler. En las arcas de la Generalitat hay dinero suficiente para afrontar el año sin abordar ningún recorte, dijo recordando las inyecciones desde Madrid y la que espera que pueda llegar a través de Europa.

Frente a eso y más allá de la intervención inicial de Bonig, el PP decidió rescatar de su relato el valenciano. Lo hizo a través de la oriolana Eva Ortiz para intentar desgastar directamente al jefe del Consell por la denuncia del PP a raíz de ayudas a promoción de la lengua de las que se podría haber beneficiado un hermano del jefe del Consell. Una investigación que, de momento, se ha saldado con el procesamiento del director de Política Lingüística, el alicantino Rubén Trenzano. Hay cohesión en el Consell sobre este asunto. Los consellers Marzà y Soler estuvieron al quite. Y luego el duro ataque de Vox acusando a Puig y a la vicepresidenta Oltra de «dejar morir abandonados a los viejos», algo que encrespó a la izquierda. Tablero fijo en las Cortes. Gestión y consenso del Consell, ofensiva del PP y de Vox y navegación de Ciudadanos.

«Bon dia!» para responder al Tribunal Supremo

Sobre la sesión parlamentario planeó la sentencia del Tribunal Supremo que ratifica a su vez una del TSJ a consecuencia de una denuncia del PP contra el decreto del Consell para normalizar el uso del valenciano en la administración. Diputados de las fuerzas que forman parte del Consell y miembros del gobierno usaron el valenciano a la vez que saludaban con un «Bon dia!». Esa fue la expresión que en las 48 horas anteriores se había viralizado en redes sociales con una iniciativa de la conselleria que dirige Vicent Marzà.

Compromís pide al PSPV reforzar el Botànic para afrontar la reconstrucción

Puig considera compatible el pacto de gobierno con ampliar los acuerdos políticos a más fuerzas para la recuperación

En clave puramente política, sin duda, uno de los movimientos más importantes de la sesión parlamentaria, se produjo con la intervención del portavoz de Compromís, Fran Ferri, que pidió una convocatoria de la comisión de seguimiento del Pacto del Botànic para poder reformular el acuerdo y adaptar los objetivos al escenario de reconstrucción al que se avecina en la Comunidad Valenciana. «La pandemia no debe hacer renunciar a ningún objetivo 'botánico', sino a redoblar esfuerzos», detalló el diputado Ferri.

Esto pasa, a juicio del portavoz de Compromís, por «fortalecer más que nunca los servicios públicos y no apostar por las privatizaciones» a la vez que por «reivindicar la agenda valenciana frente al centralismo que defienden algunos». «No me cansaré nunca de decirlo, 'president': larga vida al Botànic», exclamó el síndic al final de su intervención. El presidente Puig consideró compatible el refuerzo del gobierno valenciano con la posibilidad de abrir todos esos consensos a acuerdos más amplios con otras fuerzas.

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