El partido que encabeza Pablo Iglesias en España echó ayer el cierre en las votaciones telemáticas para renovar su dirección en la Comunidad Valenciana en un ambiente de tensión con una oleada de reproches y acusaciones entre las candidatas. Los militantes estaban llamados a decidir el rumbo organizativo y ahora, con el proceso cerrado, la suerta está echada. Tres candidatos compiten por la coordinación autonómica. La más cercana al vicepresidente del Gobierno es Pilar Lima, mientras que la síndica en las Cortes, Naiara Davó cuenta con el respaldo del vicepresidente del Consell, Rubén Martínez Dalmau. Con menos posibilidades parte el líder del partido en Castellón, Fernando Navarro, quien también incluye en su lista a personas que tenían vinculación con el deparltamento de Dalmau.
Desde la formación quisieron dejar claro este miércoles que los tres son bien vistos por la dirección estatal, aunque la realidad es que Pilar Lima aglutina a los afines a Pablo Iglesias con papel en el Gobierno, en un intento del vicepresidente por hacerse con el control de la organización valenciana. Governar Unides, la candidatura a la dirección autonómica de Podemos que lidera la síndica en las Cortes, la alcoyana Naiara Davó, destaca por la presencia de la mayoría del diputados del grupo parlamentario, del núcleo más significativo del equipo de Dalmau y de numerosos concejales. La votación para renovar la coordinación y el Consejo Ciudadano Autonómico terminó ayer a las cuatro de la tarde, pero no será hasta este viernes cuando Podemos dé a conocer los resultados. Y lo ha hecho con menos participación. Han votado menos de 5.200 personas, un tercio menos de votos que en la anterior elección.
«Han cerrado las urnas. Continuaremos apostando por un Podemos fuerte y unido que lleve más allá los gobiernos desde la raíz de nuestros municipios. Por un Podemos garantía del Botànic protagonista de la reconstrucción valenciana», aseguraba Naiara Davó. Por su parte, Pilar Lima se limitaba a precisar que «por un Podem que vuelva a confiar en su militancia y en sus círculos. En su gente». Lima ya optó a este mismo cargo en 2017, aunque finalmente se impuso Antonio Estañ. Podemos terminó ayer esta votación en once autonomías, un proceso en el que Iglesias parte con la garantía de controlar Cantabria, Madrid, Murcia y Extremadura y aspira a que sus afines dirijan autonomías díscolas como Andalucía, Cataluña o Aragón. Ahora comienza el recuento para ver dónde llega el poder de Pablo Iglesias.
