El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha anunciado este jueves que en unas semanas presentarán un decreto-ley para facilitar la inversión fotovoltaica con menos burocracia y llegar al objetivo de que "el 100% de la energía de la Comunitat Valenciana venga de las renovables en 2030". En la norma trabajan las dos consellerias implicadas, Transición ecológica y Política territorial, para que estas inversiones sean más ágiles en un sector "claramente competitivo" por el avance de la tecnología. El decreto saldrá en julio y se encuentra en fase técnica.

Puig ha destacado este "gran compromiso" en la sesión de control Les Corts ante la pregunta del síndic de Compromís, Fran Ferri, sobre qué piensa hacer el Consell ante los retos que sigue teniendo la Comunidad Valenciana al margen del coronavirus, como la infrafinanciación y la emergencia climática. Ferri le ha mostrado la voluntad de Compromís de convocar la comisión del pacto del Botànic con el objetivo de reorientar los objetivos del acuerdo a la crisis del coronavirus, una cuestión a la que Puig evitó contestar.

En el contexto actual, las renovables con una "parte básica" para combatir el cambio climático, por lo que la intención de la Generalitat es eliminar los elementos burocráticos innecesarios para optar a su inversión "sin dar pasos atrás" y llegar al cien por cien de energía limpia en una década. "Ahora cada vez es más posible", ha confiado. Este impulso iría de la mano de la ley valenciana de cambio climático, ahora en proceso de participación porque "las grandes transformaciones tienen que ser lo más fuertes posibles para que no haya cambios en el futuro". Puig ha asegurado que es algo a lo que aspiran los países europeos y ha lamentado que en España sea "más complicado".

Aunque ha reiterado las limitaciones de la Generalitat por la infrafinanciación, ha destacado que "en Madrid van cambiando las cosas" gracias al apoyo de partidos como Compromís, socio de gobierno del PSPV y Podemos. "Estamos en el camino correcto", ha celebrado. Puig ha puesto como ejemplo que el Consell espera recibir unos 1.500 millones del fondo no reembolsable de 16.000 millones para paliar las consecuencias de la pandemia. Lo ve como un trabajo conjunto que "marca un camino" y demuestra que "el factor clave es la población".

Ha llamado Puig a ser conscientes de la magnitud del desastre y actuar en consecuencia, sin olvidar las "limitaciones" de la Comunidad Valenciana. Para conseguirlo ha vuelto a exigir una reafirmación de la orientación europeísta porque "no podemos salir solos" de la crisis. En clave política, el también líder del PSPV ha abogado por intentar la máxima cohesión para "una respuesta lo más común posible", sin que sea incompatible con los acuerdos renovados hace un año en el pacto del Botànic II. "Todos los procesos de dialogo son valientes para señalar caminos", ha aseverado.

La "revolución verde" debe tener, en su opinión, un lugar central en la política valenciana, pero "siempre desde una perspectiva bien clara: que la economía está al servicio de la ciudadanía". Objetivos "ambiciosos pero inexcusables" para hacerlos compatibles con el empleo.

El portavoz de Compromís, por su parte, ha recordado que la emergencia climática es el primer eje del acuerdo para dejar claro que la pandemia no debe hacer "renunciar a ningún objetivo 'botánico'", sino a redoblar esfuerzos. Cree que es un buen momento para volver a reunir a la comisión de seguimiento y adaptar el Botànic II a la crisis. Al hilo del coronavirus, Ferri ha dicho que se trata de "aplanar la curva climática para ganar tiempo y evitar que nos golpee" y ha confiado en que la ley valenciana esté alineada con la del Gobierno: "Esto no va de salvar al oso polar ni a la ballena blanca, que también, va de salvarnos como sociedad".

Esto pasa, a su juicio, por "fortalecer más que nunca los servicios públicos y no apostar por las privatizaciones" y por "reivindicar la agenda valenciana frente al centralismo que defienden algunos". "No me cansaré nunca de decirlo, 'president': larga vida al Botànic", ha exclamado el portavoz parlamentario al final de su intervención.