Hacía meses que Isabel Bonig, presidenta regional del PP, no pisaba Alicante. El confinamiento del coronavirus había limitado su acción política, como a todos, a las videoconferencias y al desértico hemiciclo de las Cortes Valencianas. Para este miércoles, sin embargo, Bonig volvía a la provincia en una ruta de reuniones con sanitarios que había organizado el vicesecretario autonómico del PP y diputado, José Juan Zaplana. Pero había una diferencia sustancial dentro de las filas populares entre las semanas previas a la emergencia y esta recta final de la desescalada: la convocatoria para el próximo 18 de julio del congreso provincial del PP que entronizará a Carlos Mazón al mando de la organización. Y eso supone un movimiento de Génova para dar carta de naturaleza orgánica a un liderazgo como el de Mazón que tiene, desde luego, recorrido autonómico.
No sólo está convocado el congreso sino que Mazón ya ha iniciado una ruta interna que, hasta ahora, no se ha encontrado, a diferencia de lo que ocurre en Valencia, con ningún tipo de resistencia. Al contrario. De momento, todos los notables provinciales del PP se suman a la solución más lógica: ponerse en la misma foto que el presidente de la Diputación para engancharse al proyecto. A pesar de que trata de aparentar una cierta normalidad en este proceso congresual, Bonig es consciente de que la apuesta de Pablo Casado y, sobre todo, de Teodoro García Egea pasa por dar aire a la posición de Mazón como una carta para el futuro. Gran parte de los movimientos de las últimas semanas colocan el congreso provincial del PP en Alicante en la línea de convertirse en la locomotora de una renovación autonómica. Y a Bonig, en esa tesitura, sólo le queda cavar una última trinchera defensiva en el cónclave regional que, en principio, se debe convocar dentro de un año. Ganar un poco de tiempo y esperar.
Como Carlos Mazón no tenía disponibilidad en su agenda institucional para acompañar a Bonig durante su periplo alicantino, finalmente, se tuvo que encajar una visita de la presidenta regional del PP al Palacio Provincial como síndica parlamentaria. Pero antes de reunirse en ese «cara a cara» con Mazón y durante una comparecencia que había convocado antes de su primera reunión con colectivos de personal sanitario, Isabel Bonig verbalizó su defensa del personal esencial de los hospitales y centros de salud, criticó a Ximo Puig por su gestión de la crisis... y ratificó que le daría el aval a Carlos Mazón para encabezar la dirección provincial del PP aunque, eso sí, acto seguido intentó marcar una línea: tu en Alicante y yo en la cúpula regional.
La presidenta del PP en la Comunidad Valenciana, durante esa comparecencia, definió al actual responsable de la Diputación como el dirigente con el perfil «perfecto» para encabezar la formación en la provincia. «Si yo militara en el PP de Alicante, ya le habría avalado. Conoce muy bien todo el partido y el conjunto de la provincia de Alicante», apuntó antes de recordar el largo recorrido de Mazón, en política desde mediados de la década de los 90 con un paréntesis de una década en la Cámara de Comercio. «Lleva en política más tiempo que yo», deslizó Bonig. La síndica parlamentaria del PP elogió la figura de Mazón después de su paso por la entidad a la vez que destacó su capacidad de respuesta y también de gestión frente a la serie de catástrofes climáticas y sanitarias -temporal en la Vega Baja, borrasca Gloria y coronavirus- con las que ha arrancado este ciclo político.
«Tenemos total sintonía. Va a ser un gran presidente del PP en esta provincia», aseveró la líder regional marcando un espacio para, a continuación, volver a delimitar el suyo, como ya hizo Bonig durante su comparecencia del pasado viernes en Valencia. «Ya llegará el congreso regional...», subrayó dejando claro, en todo caso, que se presentará a la reelección como líder autonómica dentro de un año y a pesar de las dudas que tiene Génova. «Cuando el presidente nacional ha venido, me ha apoyado a mi y a la organización», volvió a interpretar la presidenta del PP sobre la supuesta voluntad de Casado de respaldar su candidatura y validando que, efectivamente, su intención es seguir. Debate abierto.
Una cita a cuatro bandas... y una conversación en privado
Isabel Bonig ya conocía el Palacio Provincial. Había estado en otras dos ocasiones, una de ellas durante la toma de posesión de Carlos Mazón como presidente de la Diputación. En la reunión, al margen del ya candidato a dirigir el PP y de Bonig, también estuvieron Eduardo Dolón, todavía presidente provincial, y el diputado Adrián Ballester, que encabeza el comité organizador del cónclave. Una cita a cuatro bandas y «cordial», remarcan, que también tuvo, al final, una breve conversación privada entre los dos principales protagonistas.
