La Generalitat Valenciana ha visto satisfechas, al menos en parte, sus aspiraciones respecto al fondo de 16.000 millones como extra de financiación para afrontar la crisis del coronavirus. El Gobierno ha modificado los criterios para el reparto y ha elevado el peso de la población, una insistente reivindicación del Consell, que en la primera distribución salía malparado en el reparto. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, trasladó a Pedro Sánchez la necesidad de que el reparto se hiciera en función de la población censada en cada territorio y también Compromís insistió desde el Congreso en la marginación que esta distribución suponía para los valencianos. Tras la aprobación ayer en el Consejo de Ministros, la Generalitat recibirá una inyección que llega a los 1.463 millones, de acuerdo con las estimaciones que se desprenden de los diferentes tramos. Además de la sensación de ver aumentada su capacidad de influencial, en la Generalitat se respiraba ayer aires de satisfacción por la posición común del Botànic, la unidad de sus planteamientos y la aceptación del criterio de población.
Se trata del paquete de ayudas que el Gobierno central ha aprobado para las autonomías y que finalmente incluirá un fondo para educación y otro para movilidad. En lo que respecta al apartado de Sanidad, el Gobierno dotará un primer tramo de 6.000 millones en cuyo reparto la población protegida equivalente pesará el 35%, cuando en la propuesta inicial era el 20%. Este primer tramo se pagará en julio. Habrá una segunda parte de 3.000 millones, que se abonará en noviembre, y en la que el peso poblacional pasará del 40% al 45%. De esa primera entrega de 6.000 millones, a la Generalitat le corresponden 446 millones mientras que de la segunda entrega de 3.000 millones ingresará alrededor de 242 millones. En total, del fondo sanitario, la Comunidad recibirá 688 millones, casi 65 más de lo previsto inicialmente.
El fondo para educación será de 2.000 millones y surge de una reorganización de la propuesta inicial. De ese montante, el Gobierno ingresará unos 216 a la Generalitat, una cifra que se aproxima a la media de población valenciana. Este fondo se pagará en septiembre con motivo del inicio del curso. En cuanto al tercer tramo, los 5.000 millones para compensar la caída de ingresos, el Gobierno tiene previsto transferirlos en diciembre y se repartirán a través de dos bloques. Por un lado, 800 millones para el transporte de los que la Generalitat ingresará 41 para el Tram y los autobuses interurbanos. De los 4.200 restantes, este territorio también ingresará unos 519 millones, de acuerdo con estas estimaciones. Una cantidad que premia el esfuerzo fiscal valenciano producto de los problemas de financiación.
El conseller de Hacienda, Vicent Soler, señaló ayer que es la primera vez que un Gobierno realiza una aportación extraordinaria de estas características a las comunidades al margen del sistema de financiación autonómica, tal como reclamó en su día el presidente Ximo Puig. Y, además, hizo hincapié en que la distribución de los recursos «es razonable y se ha producido tras un proceso de diálogo entre el Ministerio y las comunidades autónomas, frente a las unilateralidades del pasado».
