Justo unos días antes de que estallara la crisis del coronavirus con el decreto del estado de alarma, en la cúpula del PP se empezaba a perfilar la convocatoria del congreso provincial para ratificar oficialmente el liderazgo que, de facto, Carlos Mazón ya ejerce desde hace casi un año. En Génova barajaban la convocatoria para estos meses que, finalmente, han quedado condicionados por la epidemia. Cumplir con el trámite de concentrar el mandato institucional que ya tiene Mazón desde el pasado verano en la Diputación con el control de la sala de máquinas del PP. Volver, por tanto, a la pirámide clásica de los populares alicantinos. Unir el poder en el Palacio Provincial con la presidencia del partido. Una máxima que sólo se cortó durante la etapa de José Císcar al frente de la organización. Un periodo que coincidió con la etapa de transición de la fallecida Luisa Pastor en la Diputación y con el mandato de César Sánchez. Nunca hubo una bicefalia real. Para la que fuera alcaldesa de Sant Vicent del Raspeig era la culminación de su carrera política. Y para el alcalde de Calp, ahora ejerciendo de exiliado en un escaño del Congreso en Madrid, fue un movimiento de rebote que le facilitó un puesto destinado, en realidad, a estar ocupado por el mencionado José Císcar.
Así que el PP vuelve de nuevo a la estructura que más éxitos le ha reportado. Antes del estado de alarma, de hecho, ya se habían empezado a mover las palancas de esa estrategia. Como se recordará, desde la dimisión de Císcar, de la que se va a cumplir ahora justo un año, la organización del PP casi ha desaparecido del mapa. Todo el protagonismo es para Mazón desde la Diputación. Eduardo Dolón, alcalde de Torrevieja, es un candidato notable para su pueblo pero sin ninguna proyección en la escena provincial. Ha pasado sin pena ni gloria durante este año como presidente del PP tras la marcha de Císcar. Una suerte de administrador concursal. Y Toni Pérez, alcalde de Benidorm ahora con mayoría absoluta, fue ascendido a la secretaría general cuando, en realidad, su recorrido político estará consagrado siempre, por convencimiento y compromiso personal, a su municipio. La fórmula estaba agotada desde el principio. Y ahora ya está finiquitada. Con la que está cayendo, el martes por la noche se celebró el primer comité ejecutivo provincial del PP durante la epidemia. Fue por vía telemática. Participó Mazón para dar cuenta de la gestión de la Diputación durante estos dos meses y la presidenta regional del PP, Isabel Bonig, para animar a la tropa. Dolón pasó inadvertido y Toni Pérez ni se llegó a conectar.
Con este escenario y con una cierta vuelta a la normalidad, desde hace unos días se está cociendo el «run-run» interno con movimientos en el PP para reactivar la celebración del congreso. No tiene sentido alargarlo, admitieron fuentes conocedoras de la situación. La idea sería organizarlo durante estas semanas del verano para afrontar la segunda mitad del año en mejores condiciones. La organización necesita ponerse en marcha con tiempo suficiente para trazar una estrategia de cara al siguiente ciclo electoral. Mazón ya trabaja con un equipo, aún endeble, en la Diputación. Y necesita complementarlo con otro en la sede provincial del PP lo antes posible. Sólo queda ponerle la fecha.
