Toni Cantó sigue la línea marcada por Inés Arrimadas desde Madrid. Ni el enfado de Ciudadanos por los pactos de ida y vuelta de los socialistas con Bildu han variado la estrategia de los naranjas en las Cortes Valencianas. Es una evidencia, desde el primer día que se planteó la creación de una comisión de reconstrucción autonómica, que Ciudadanos va a jugar la carta de sumarse a la mayoría. Sabe que los tres socios del Botànic -el PSPV, Compromís y Podemos- no necesitan más apoyos para aprobar un plan con la hoja de ruta que incluya las recetas a partir de las cuales abordar esta crisis del coronavirus. Y, al menos de momento, prefiere estar en ese espacio de consenso que pueda ir proponiendo cosas que diluirse en la oposición ruidosa pero estéril y aislada en la que se ha instalado el PP.
Estaba cantado que esa sintonía se mantendría como ya ocurrió en la constitución cuando el Botànic permitió que Ciudadanos ocupara un puesto en la mesa que dirige las sesiones de la que será, con total seguridad, la comisión más importante de esta legislatura. Ayer se aprobó el plan de trabajo presentado conjuntamente por el PSPV, Compromís y Podemos con el respaldo favorable de los naranjas, que retiraron el suyo para sumarse a ese consenso que aglutina a grupos con 70 de los 99 escaños del Palau dels Borja. El portavoz socialista, Manolo Mata, se comprometió con diputado de Ciudadanos Fernando Llopis, alicantino y hombre de confianza de Toni Cantó, a alargar los trabajos unos días hasta finales de julio y abrió la puerta a la posibilidad de poder incluir más comparecientes de consenso. La lista del Botànic y la de la formación naranja ya coincidía en varios nombres. Mata y Llopis han tenido, de hecho, vías de interlocución abiertas en estos días previos.
Tanto el PP como los ultraderechistas de Vox se quedaron al margen de este consenso para el trabajo de la comisión que debe trazar un documento que marque la reconstrucción de la Comunidad Valenciana para esta crisis. Los dos grupos mantuvieron sus propios planes de trabajo y, en principio, se desmarcan de lo que parece empieza a ser una mayoría clara de cara al documento de conclusiones. En el caso de Vox se daba casi por descontado pero el PP parece dispuesto a quedarse al margen de la propuesta final. Así las cosas, el final de la comisión se sitúa a finales de julio, lo que, quizá, obligaría a habilitar un pleno en agosto para aprobarlo. Están previstas, a día de hoy, 29 comparecencias, incluyendo una «in voce» que incluyó el Botànic para la Confederación de Cooperativas. Y, finalmente, se abrirán los trabajos a las comisiones sectoriales ya formadas en las Cortes para que puedan remitir propuestas o programar comparecencias complementarias. No fue el único punto en el que Ciudadanos se acercó al PSPV. En la pregunta de esta semana a Ximo Puig, Cantó se ofrece a «ayudarle» frente a Madrid y al resto del Botànic. Cosas de esta nueva normalidad.
