El Gobierno está negociando a marchas forzadas con Compromís para evitar perder ese escaño en la votación del estado de alarma que sigue incierta tras anunciar Ciudadanos que no apoyará una prórroga de 30 días y con la posición de ERC en el aire. La base sobre la que Compromís ha emprendido su cambio de discurso para tensar la cuerda ha sido el reparto de los 16.000 millones del fondo de emergencia por el coronavirus. Un reparto que, con sus primeros criterios, vuelve a perjudicar a la Comunidad y se suma al perjuicio en la financiación autonómica que ya sufren los valencianos. Hay un trazo común en el mensaje que la coalición mantiene con los grupos parlamentarios de las Cortes Valencianas al denunciar la mayoría de ellos este nuevo agravio económico.
El órdago lanzado por Compromís ha causado efecto y la portavoz del grupo parlamentario socialista en el Congreso, Adriana Lastra, se puso ayer de nuevo en contacto con Joan Baldoví para convencerle del voto a favor en el estado de alarma tras advertir el parlamentario valencianista que no dará su apoyo si no hay un entendimiento. Después del durísimo cara a cara de hace justo una semana con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por el trato del Estado a la Comunidad, Baldoví denunció la actitud de «menosprecio» y aseguró que de estas negociaciones dependerá si su voto es negativo o abstención. Las tres condiciones que plantea Compromís son que haya «criterios más razonables» y se tenga en cuenta el peso poblacional a hora de repartir el fondo del Gobierno a las autonomías, que haya una «cogobernanza real» en la desescalada y que el ingreso mínimo vital sea gestionado por las comunidades autónomas. Sin embargo, en estos momentos, el eje de las negociaciones se está centrando en un reparto más favorable para la Comunidad de los 16.000 millones de emegencia y que el Gobierno tenga en cuenta tanto la falta de financiación como el PIB valenciano por debajo de la media de España.
Consciente de que los apoyos de Pedro Sánchez están justos, Baldoví ha hecho click en todos los requisitos reivindicativos de la Comunidad para marcar posición política y a la vez buscar la mayor exposición posible, pese al riesgo de entregar munición a la oposición y abrir un espacio a las críticas. Con todo este mar de fondo, ha aprovechado este desafío para tensar la cuerda contra el Gobierno y transformar esta crisis sanitaria y social en una oportunidad para visibilizar las necesidades de este territorio. Además, Baldoví mantuvo una conversación el pasado sábado con el ministro José Luis Escrivá sobre el ingreso mínimo vital que el Gobierno concederá a unos 100.000 hogares vulnerables, aunque la vicepresidenta Mónica Oltra todavía desconoce los planes de Moncloa para hacer encajar esta medida con la renta del Consell, que ya ingresan casi 45.000 familias.
El conseller Soler pide un fondo adicional por la falta de financiación
El conseller de Hacienda, Vicent Soler, reclamó ayer al Gobierno un fondo adicional para la Comunidad Valenciana, que compense su infrafinanciación mientras no se cambie el sistema de financiación autonómica, pues prefiere dinero que préstamos o que un déficit asimétrico. Soler respondió así en las Cortes al diputado popular Rubén Ibáñez, quien le preguntó por la reclamación de ese fondo, acordada por el Parlamento valenciano en 2018, así como por el proyecto que de cambio de modelo de financiación. Según precisó Soler, el FLA fue «una estafa» del ministro del PP Cristóbal Montoro, y reprochó a los populares que planteen estas cuestiones cuando no fueron capaces de «arreglar el problema cuando tenían mayoría absoluta» añadiendo que cada vez que ve a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, le dice que esta reforma del sistema «es absolutamente inaplazable».
