Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

CORONAVIRUS

El Consell camufló en un avión 100 respiradores para que Turquía no los requisara

«Los cargamos con embalajes opacos para que no los detectaran», relata en las Cortes la comisionada para adquirir material sanitario

El Consell camufló en un avión 100 respiradores para que Turquía no los requisara

La comparecencia en las Cortes de la secretaria autonómica de Hacienda y comisionada para la compra de material sanitario, María José Mira, sirvió, más allá del debate político, para medir el nivel de la alerta que se instaló en el Consell a mediados de marzo con la epidemia del coronavirus. En una situación de emergencia mundial que nadie había previsto y ante la falta de existencias de los proveedores valencianos, la Generalitat se tuvo que lanzar a comprar material sanitario en Chino. Una operación dentro de un mercado internacional salvaje, movido por la «picaresca» y convertido en una «cueva de piratas». Un mercado con una avalancha de ofertas «engañosas» y en el que se hacía imprescindible el pago por adelantado tanto de los productos como de los aviones que los transportaban. Una comparecencia en la que, además de detallar los 63 contratos por 80 millones que ha firmado hasta ahora la comisión o las casi mil toneladas de carga ya adquiridas, María José Mira le trasladó a los diputados de la comisión parlamentaria de Economía la angustia de una situación límite en un contexto de escasez generalizada de los suministros.

Tres pasajes de la gestión de este órgano creado desde Presidencia de la Generalitat para agilizar las compras de material sanitario durante las semanas de estado de alarma le facilitaron a la secretaria autonómica las líneas para trazar ese escenario tan complejo como difícil e inédito. Una compra casi a ciegas. Sin poder ver ni tocar lo que se adquiría. Uno: el control de calidad del material. En un mercado en el que, como recordó el diputado socialista Jose Muñoz, se cambiaba el rumbo de aviones ya pagados y cargados para otros países en medio de una subasta al mejor postor con dinero metálico en las pistas de despegue, era importante verificar la calidad de los materiales. La comisionada autonómica, de hecho, reveló que se habían tenido que establecer controles sobre 15 tipos diferentes de mascarillas adquiridas, de los que 11 cumplían con los criterios de protección pero otros cuatro, por el contrario, se tuvieron que acabar dedicando a otros usos complementarios que sí se ajustaban a la calidad de esos productos.

Dos: recuperar el dinero que ya había desembolsado el Consell por adelantado en los casos de material defectuoso. De hecho, la administración autonómica, hasta ahora, ha tenido que devolver medio millón de mascarillas, 160 respiradores, dos millones de guantes, 140 buzos y 2.000 termómetros que no cumplían los requisitos mínimos exigibles. Procedimientos de adjudicación que, como explicó la comisionada, o se han tenido que rescindir para recuperar «todo el dinero», caso de esa partida de 160 respiradores que no se ajustaba a las estándares de calidad del servicio sanitario para cuidados intensivos. O se han podido sustituir por otro tipo de material mucho más adecuado.

Y tres: las dificultades del transporte. Todo el mundo conocía que los respiradores eran la pieza más codiciada del mercado por su importancia para combatir la enfermedad en las UCI. Y también se sabían de las dificultades de paso, por ejemplo, por Turquia, un país que requisaba cargas sanitarias para su uso en los aviones que hacían escala en su territorio. Un vuelo que transportaba 100 respiradores para la Generalitat tenía que hacer parada allí. «Hicimos embalajes opacos para que no los detectaran en el aeropuerto y que Turquía no los requisara», detalló María José Mira. Hasta el momento, el Consell ha adquirido un total de 534 respiradores que permitirán disponer de forma inmediata de 300 plazas más en Unidades de Cuidados Intensivos. El Consell acumula ya 700 toneladas de material adquirido procedente de China en 24 aviones, los dos últimos este pasado fin de semana. A esos se suman otros 26 contenedores con 266 toneladas de equipos cargados ya en barcos y las compras a firmas valencianas y españolas. Más de mil toneladas de material en sólo dos meses.

«Me pasé una semana sin poder dormir», admite María José Mira

María José Mira admitió que en una de las operaciones de compra de material sanitario se encontró con productos defectuosos que se tuvieron que devolver. El Consell inició un procedimiento de retorno del dinero, finalmente saldado con éxito. Mientras, sin embargo, la procesión iba por dentro. «Me pasé una semana sin poder dormir», admitió Mira, que reconoció el papel del resto de altos cargos de la comisión en la compra de productos: David Fernández, Rebeca Torró además de las alcoyanas Zulima Pérez y Júlia Company.

Hacienda genera cerca de 400 millones de liquidez para cumplir con las farmacias

La conselleria de Hacienda publicó ayer una orden en el Diari Oficial de la Generalitat según la cual se generan créditos por un importe cercano a los 400 millones de euros para poder cumplir con la partida de prestaciones de farmacia, una de las más importantes del presupuesto autonómico. El Consell ha logrado generar esa inyección con la aportación extraordinaria del Fondo de Liquidez con una cuantía de 1.559 millones. Aún tendrá que ingresar otra parte el próximo mes de octubre. Una cantidad que sólo perciben aquellas autonomías -Murcia, Andalucía y la Comunidad Valenciana- que tienen graves dificultades de financiación para cubrir la desviación de déficit. Este mecanismo, como se recordará, se activó justo despué de la bronca en el Congreso entre la ministra Montero y el diputado Baldoví.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats