A falta de grandes asuntos vinculados a la gestión de la institución provincial, la Diputación que preside Carlos Mazón se adentra en una nueva etapa en esta crisis del coronavirus. Con el acuerdo para duplicar hasta seis millones las ayudas sociales -ya conocido y amortizado como «logro» del equipo de gobierno desde hace varios días- y con la licitación de una compra de mascarillas y guantes para pequeños municipios que aún tardará un tiempo en resolverse como temas principales del día a día administrativo, el pleno provincial elevará el tono político. A falta de agenda de gestión toda vez que por ejemplo aún se está ultimando el plan de subvencines a los autónomos, el relato de las institución provincial virará hacia la confrontación entre los partidos, como se desprende una Junta de Portavoces celebrada ayer que tuvo momentos de indudable tensión como reconocieron tanto desde el PP como también desde las filas del PSPV y de Compromís.
El hilo de las diferencias viene del pleno anterior. Entonces, el portavoz de Compromís, Gerard Fullana, presentó una moción en la que reclamaba que la Diputación se posicionara a favor de blindar la sanidad pública en la Constitución. El equipo de gobierno del PP y Ciudadanos la despachó de un plumazo y se negó, incluso, a aceptar que se incluyera en el pleno. Rechazaron que fuera urgente. Y quedó pendiente para la siguiente sesión. Los populares, que acusan a Fullana de saltarse un acuerdo para evitar batallas políticas que el diputado valencianista niega, querían mantener la moción pero cambiándola de arriba a abajo hasta descafeinarla. Convertirla de facto en una reivindicación de la colaboración público-privada, como ya se ha aprobado en otros hemiciclos. Texto que Fullana, obviamente, no acepta. Durante la reunión de portavoz, el socialista Toni Francés echó en cara al PP que retorciera de esa manera el reglamento para que al final se vote algo que el ponente principal rechaza por completo. Choque seguro. Hubo diferencias de criterio entre Francés y Mazón por el asunto.
Así que, en principio, el PP sigue adelante con su idea y Fullana no se echará atrás. Esa moción acabará generando, con seguridad, una disputa política de carácter ideológico sobre los servicios sanitarios. Pero es que, además, el diputado de Compromís ha presentado una segunda moción en la que vuelve a poner sobre la mesa el debate del Fondo de Cooperación. La cuestión sería una iniciativa más si no fuera porque el argumento incluye una comparativa del dinero que, según Compromís, reciben los municipios de Valencia a través de su Diputación en esta crisis. Nada menos que 35 millones más que las poblaciones de la provincia a través de la institución alicantina. El PP rechaza, incluso, debatir la urgencia. Lo que generará otro motivo de brega. Y para acabar de poner la guinda al pleno, el equipo de gobierno ha incluído un punto genérico en el orden del día para explicar su gestión en esta crisis. Otro punto que generará diferencias. Cambio de etapa.
