El camino que ha trazado el Gobierno hacia la nueva normalidad está todavía lleno de obstáculos. Lejos de conseguir un acuerdo, el decreto para aliviar las restricciones se ha convertido en un nuevo escollo que dificulta el entendimiento en el Congreso y que además tiene repercusión directa en el ámbito autonómico y provincial. En la Comunidad Valenciana, el Consell del Botànic respalda la unidad de acción con el Ejecutivo de Pedro Sánchez pero rechaza la provincia como unidad de desescalada, planteando que ese desconfinamiento se haga por departamentos de salud. Aunque las comunidades esperan que sus propuestas para la vuelta a la normalidad se acepten de acuerdo con la puerta que ha abierto el ministro Salvador Illa, el Gobierno sigue sin dar su beneplácito por lo que el panorama final en estos momentos sigue contemplando más dudas que certezas.
Los grupos con representación en la Diputación (PP, PSPV, Ciudadanos y Compromís) tampoco tienen una opinión homogénea sobre el tema. Si la respuesta a esta crisis sanitaria ya era una prueba de fuego para el Gobierno de coalición entre los socialistas y Podemos, ahora las fases de la desescalada se han convertido en un laberinto con trasfondo de batalla política con la oposición y de difrencias con los territorios. En Alicante, sólo se posicionan claramente a favor de la división por departamentos de salud el PSPV y Compromís, siguiendo la línea argumentaria marcada por el Botànic y en la línea de tradición comarcalista que ambos partidos han tenido históricamente. Por el contrario, el PP y Ciudadanos prefieren nadar y guardar la ropa. No se decantan por una determinada opción. Endurecer sus críticas contra Pedro Sánchez y reclaman más concreción al Gobierno. Pero, eso sí, ningún diputado del equipo de gobierno se arriesga a posicionarse sobre si la provincia es la unidad operativa más eficiente para la desescalada. El PP va un paso más lejos y se abre a la crítica ante lo que considera un rechazo por parte desde la izquierda al término «provincia».
El portavoz socialista en la Diputación y alcalde de Alcoy, Toni Francés, apoya con contundencia la alternativa de la Conselleria de Sanidad: «Es la más conveniente por la diversidad de realidades que hay en la provincia». En su opinión, es más efectivo por departamentos de salud porque «Alicante tiene muchos factores y variables». También el diputado de Compromís, Gerard Fullana, considera que el espacio más ágil y el que mejor domina los datos es el área de salud por su vinculación a los municipios: «Lo que haga Elda no tiene nada que ver con lo que hace Dénia. Por eso las areas de salud son más efectivas». Por su parte, desde la bancada de la derecha en la institución provincial evitaron expresar una opinión clara sobre este debate territorial que surge ante la epidemia.
El presidente de la Diputación, Carlos Mazón, del PP, aseguró que ni «soy dogmático ni quiero hacer falsas retóricas con el territorialismo». Pidió certezas y prescripciones sanitarias serias a la vez que es partidario de consensuar más las decisiones. «Nos llama la atención la aversión al término provincia que tienen algunos. Nos centramos en los criterios de eficacia, seriedad y diálogo con todos», asegura Mazón. A la hora de extremar las precauciones durante las fases de la desescalada, apeló a la responsabilidad ciudadana para evitar nuevos contagios y que repunten los ingresos hospitalarios: «El objetivo es reducir al mínimo la pandemia. No podemos permitirnos un retroceso».
Tras consulta previa a su dirección, tampoco quiso «mojarse» el diputado de Infraestructuras y portavoz de Ciudadanos en la Diputación, Javier Gutiérrez, sobre la propuesta de tomar como base los departamentos de salud. El diputado cargó contra la distribución por tramos horarios del desconfinamiento, la improvisación y la descoordinación entre áreas de responsabilidad. «Hay que hacer un plan que garantice la seguridad. Hay asuntos importantes pendientes de aclarar, como el uso de mascarillas o los test». Y pidió que el levantamiento de las restricciones también impliquemás medidas económicas. Diferencias sobre la desescalada.
La propuesta del Consell sigue a la espera del aval de Madrid y Puig insistirá ante Sánchez
El plan de la Generalitat prevé unir las grandes ciudades en un solo departamento sanitario y agrupar comarcas con datos parecidos
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, todavía todavía está a la espera de que el Gobierno acepte su propuesta para que los departamentos de salud ejerzan como eje de la desescalada al centralizar el seguimiento epidemiológico de la pandemia del coronavirus y obviar la propuesta de Madrid para realizar el desconfinamiento por provincias. Puig no comparte esa organización y así se lo planteará de nuevo este domingo en una nueva conferencia autonómica. La Generalitat defiende que la división provincial no es la más acorde para afrontar la desescalada en la Comunidad Valenciana por las distintas realidades que existen.
Por ello, los grupos que sustentan el Consell del Botànic consideran que el marco idóneo sería los departamentos sanitarios para poder dar respuesta a cuestiones fundamentales como el número de camas en las UCI pero también la atención primaria. La propuesta va dirigida a posibles rebrotes en un punto concreto, ya que «no tiene sentido que se vean afectadas personas que viven a centenares de kilómetros» en la misma provincia. Además, Ximo Puig plantea unir las grandes ciudades en un solo departamento de salud para evitar divisiones dentro del mismo término municipal y a la vez hacer agrupaciones comarcales, mediante las que, por ejemplo, se podrían unir comarcas del norte de la provincia Alicante con zonas limítrofes del sur de Valencia.
