Si la Comunidad Valenciana se está distinguiendo en la crisis generada por la Covid-19 como con la suficiente capacidad de gestión como para tomar decisiones propias, esa mismo ejercicio de autogobierno es el que ha llevado, tanto al Consell como a los diferentes grupos con representación en las Cortes Valencianas, a plantear una propia senda para alcanzar unos pactos por la reconstrucción centrados en el territorio, con sus características. Necesidades y puntos fuertes a los que agarrarse para salir a flote los próximos meses. La reedición de los Pactos de la Moncloa «a la valenciana», la réplica autonómica a la propuesta lanzada el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, parten de inicio con una mayor predisposición a participar y a portar medidas entre (casi) todas las fuerzas políticas. Con la salvedad de Vox, que no quiso aportar ninguna medida al ser preguntado por este medio, tanto los socios del Botànic (PSPV, Compromís), como los dos partidos mayoritarios de la oposición en las Cortes están por la labor de sentarse para hablar de la nueva Transición que está por venir.

El Pacto Valenciano por la Reconstrucción estaría asentado, de acuerdo a la visión de los partidos, en tres ejes principales: reforzar el Estado de Bienestar, consolidar el autogobierno y buscar un marco de consenso, donde no primen las ideologías y todas las fuerzas se sientan bien acogidas sin discrepancias, al menos en las formas. Un Estado de Bienestar más fuertes es el pilar para enfrentarse a la crisis sanitario, económica y social. Más autogobierno requiere de más recursos que debe liberar el Estado, eterna reivindicación que ahora cobra más fuerza si cabe. Unos fondos del Estado a los que se debe sumar el apoyo de una Europa que también forma parte de este pacto postcrisis.

Cuando se habla de un acuerdo que implique a toda la sociedad civil de la Comunidad Valenciana, partimos de que ya se han dado los primeros pasos con la firma de una entente entre el presidente de la Generalitat, Ximo Puig y los agentes sociales. Con los empresarios y los sindicatos apoyando las medidas a favor de los autónomos, hay bastante terreno ganado para que ahora todos los partidos vean que existe una mayor voluntad de entendimiento, tanto dentro como al margen de la política.

Ciudadanos fue de los primeros, tanto a nivel nacional como autonómico, que propusieron estos pactos como vía de salida a la crisis. La formación que lidera en las Cortes Toni Cantó vuelve a reclamar el centro como punto de partida. Es el partido que más propuestas lanza, como un plan urgente de contingencia sanitaria, plan de reactivación económica que contemple más protección para autónomos y pymes, y un plan de protección social para proteger a las familias. Desde una vertiente más estratégica plantea Naiara Davó, síndica de Unidas Podemos las tres «R» necesarias para la reconstrucción. Relocalizar con una industrialización inteligente y una vuelta a la producción propia. Recuperar sectores estratégicos desprivatizando y ampliando el sector público. Y reforzar el estado de las autonomías, de las que depende el Estado del Bienestar, señala.

Para el PSPV, su síndic Manolo Mata habla de «repensar el Estado de Bienestar junto y por separado"«, ya que «ahora necesitamos mucho Estado y mucha potencia de las administraciones públicas para afrontar la reconstrucción», pero también «necesitamos repensar nuestro bienestar». Fran Ferri, de Compromís, considera que estos acuerdos «deben servir para mejorar la vida de las personas». E Isabel Bonig, síndica del PP, también se ha encargado de lanzar su batería de medidas: un presupuesto de legislatura, los autónomos y la colaboración público-privada, al tiempo que dice: «Apoyaremos al President como lo hemos hecho hasta ahora».