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CORONAVIRUS

Unidad política en la Comunidad para endurecer las medidas de confinamiento ante el coronavirus

El Consell y los grupos parlamentarios de las Cortes Valencianas apoyan a Puig y se muestran favorables a que el Gobierno de España eleve todavía más las medidas de restricción para tratar de neutralizar la epidemia

Unidad política en la Comunidad para endurecer las medidas de confinamiento ante el coronavirus

Sin fisuras. El Consell y los grupos parlamentarios de las Cortes están a favor de que en la Comunidad y en España -la última decisión sobre este asunto la tiene Pedro Sánchez- se eleve el nivel de confinamiento establecido hasta ahora. Primero fue el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, después el síndic de Compromís, Fran Ferri, y desde ayer, el consenso que prevalece entre los grupos de las Cortes con respecto a la gestión de la crisis sanitaria originada por el Covid-19, también se extiende a esas petición de avanzar en la línea de reforzar las restricciones de movimientos y más medidas de seguridad, especialmente en las empresas que siguen trabajando para que sus operarios no estén expuestos a un posible contagio.

Puig arrancó el día en una cadena televisiva nacional. Y allí volvió a reclamar al Gobierno de España «una aceleración de las medidas del confinamiento en todas sus circunstancias», y de forma «escrupulosa» en las empresas. Puig matizó que ninguna comunidad «debe hacer guerra por su cuenta», sobre todo pensando que es el Ejecutivo que preside Pedro Sánchez quien debe acordar esta medida. Sin embargo, el jefe del Gobierno valenciano defendió que solo un cumplimiento a rajatabla del confinamiento hará que el estado de alarma de 15+15 días «no se tenga que prolongar otros 15 días más». El jefe del Consell no le aprieta a Pedro Sánchez pero sí le deja clara su posición en esta asunto.

Minutos después, Puig se reunía telemáticamente con el presidente de la segunda región de Italia más golpeada por el virus. Allí se han suspendido las actividades económicas - excluyendo las esenciales- y se ha restringido la actividad social al máximo. Por ejemplo, se ha prohibido cualquier reunión con más de dos personas. Con estos antecedentes, Puig no encontró opiniones disidentes entre los portavoces de los grupos parlamentarios en las Cortes, con los que mantuvo a media mañana un nuevo encuentro «a distancia», el segundo desde que se paralizó la actividad en la cámara autonómica hace ahora dos semanas. Ni el Botànic, sin discrepancias aparentes en esta crisis sanitaria, ni las formaciones de derecha rechistaron, Y todo justo unas horas antes de que se decida en el Congreso la obligación de un segundo periodo de confinamiento por otros quince días obligado por el estado de alarma para todo el territorio.

Para el síndic del PSPV, Manolo Mata, «la clave está en mantener el confinamiento y que todos cumplan las normas», e incide en que «tal vez habría que limitar algunas actividades como la construcción». Para Fran Ferri, de Compromís, además de destacar la unidad de acción en la Comunidad, pidió al Gobierno que «nos haga llegar la financiación necesaria». Naiara Davó, síndica de Unidas Podemos, consideró «contradictorio que las personas se estén desplazando para trabajar en sectores no esenciales poniendo en riesgo su salud y la de los demás». Desde la oposición, Isabel Bonig (PP), aseguró que «esa medida la tiene que tomar el Gobierno de España», aunque «apoyaremos cualquier decisión que nos proponga la Generalitat». Para el portavoz de Cs, Toni Cantó, «el Gobierno tiene que evaluar constantemente que se cumpla el confinamiento y reforzar medidas si fuera necesario». Desde Vox, su síndica Ana Vega recordó la necesidad de «quedarse en casa para conseguir que esta crisis termine lo antes posible». La oposición a Puig solo llegó por parte de la patronal. La CEV considera «proporcionadas» las medidas adoptadas por el Gobierno y defendió no parar más sectores de actividad «mientras la crisis sanitaria lo permita y esté garantizada la seguridad de los trabajadores».

Apoyo del Botànic a la gestión mientras la oposición exige más material y test rápidos

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, mantuvieron ayer un nuevo encuentro por videoconferencia con los portavoces de los grupos con presencia en las Cortes para explicar la situación de la Comunidad Valenciana ante el coronavirus tras el que los partidos del Botànic pusieron en valor la gestión del Consell mientras la oposición le pidió un mayor esfuerzo para conseguir material de protección y que comiencen a realizarse los test rápidos para evitar la expansión. Puig calificó este encuentro telemático de «positivo» puesto que cada grupo pudo plantear sus dudas, fundamentalmente relacionadas con los suministros, las residencias de mayores y las medidas económicas a implementar para intentar paliar las consecuencias en ese plano de la crisis sanitaria. «Todas son aportaciones positivas, las preocupaciones son legítimas y compartidas», señaló el presidente, que agradeció la voluntad de cooperación de los portavoces parlamentarios.

Coincidencia con una de las regiones más afectadas en Italia: reducir la actividad

Entre las videoconferencias que ayer mantuvo Ximo Puig destacó una reunión con el presidente de la región italiana de Emilia Romaña, Stefano Bonaccini, máximo responsable de la segunda zona más afectada en contagios y número de fallecidos en Italia. Puig explicó que el encuentro con el dirigente transalpino, al frente de un gobierno progresista de unidad parecido al Botànic, sirvió para efectuar un «intercambio de información» sobre la evolución de la pandemia. El dirigente italiano le trasladó como aspecto de «importancia fundamental» el hecho de «mantener la exigencia en las medidas de confinamiento». Ximo Puig enfatizó una afirmación de Bonaccini: «Es tan importante la acción de cada uno de los ciudadanos como la de los profesionales de la sanidad», parafraseó el presidente.

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