El grifo empezó a abrirse ayer. El Ministerio de Hacienda cumplió sus previsiones y abonó este lunes a la Comunidad Valenciana la primera inyección con la que el Estado pretende responder al impacto sanitario y económico del Covid-19. Medidas urgentes que suponen el abono de 111,61 millones, la mitad de los 223 millones que le corresponden a esta Comunidad como primer pago de la actualización de las entregas a cuenta del sistema de financiación a las autonomías. Un dinero que, de acuerdo a las prioridades actuales del Consell, la tesorería de la Generalitat va a destinar a las acciones sobrevenidas en todo el área sociosanitaria, con atención especial a las personas vulnerables y en riesgo de exclusión social, los más perjudicados por la gravísima emergencia derivada de esta pandemia mundial.

Fuentes de la Generalitat aseguraron ayer que el dinero aportado por el Estado se destinará de forma directa a la lucha contra el coronavirus. En un principio, esta cantidad, superior a 100 millones de euros, debe generar crédito para afrontar gastos urgentes creados por la Generalitat como son las diversas medidas de choque para atajar el impacto del virus. En ese sentido, hablamos de la construcción de hospitales de campaña en las tres capitales de provincia, la contratación de 846 profesionales sanitarios de todos los ámbitos y categorías profesionales para reforzar las necesidades asistenciales o la compra de material sanitario que llegará desde China. Del mismo modo, la segunda entrega de este adelanto hasta completar los 223 millones que le corresponden a la Generalitat llegará a mitad de abril, en torno al día 17, y también se destinará a cubrir las necesidades de ámbito sociosanitario.

«Totalmente insuficiente»

Estos últimos días, la gestión de la crisis del coronavirus no ha cerrado la boca a los responsables del Consell en su empeño por reclamar al Estado más ayuda, tanto económica y como material. El conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, después de calificar de «totalmente insuficiente» las medidas anunciadas por el Ministerio de Hacienda para aumentar la liquidez de las comunidades autónomas, confirmó que el Consell iba a reclamar el pago adelantado de la liquidación de 2018 (unos 1.849 millones) y de la mensualidad pendiente del IVA de 2017 (226 millones más), en ambos casos, un dinero generado por la ciudadanía valenciana. Al igual que Soler reclamó el anticipo antes del 31 de marzo de una serie de cantidades pendientes a través de los correspondientes fondos de liquidez.

Y ahí no acaban las demandas de la Generalitat, puesto que su presidente, Ximo Puig, avaló las medidas propuestas por su conseller de Hacienda, ya que son la mejora manera de que tienen las autonomías para pagar a las empresas y proveedores y seguir dándoles liquidez saldando todas las facturas que se están generando estos últimos días. De este modo, la Generalitat intenta que la inyección de dinero que debe transferir el Estado por el Covid-19 sea más constante, ágil y contundente en el momento más crítico, hasta ahora, del avance del virus.

Presión para restringir más la actividad

Compromís apoya a Puig y exige suspender toda la actividad salvo aquello que sea esencial para tratar de rebajar los contagiados

Ximo Puig ya sabe que cuenta con el apoyo de Compromís en su petición de suspender el trabajo presencial no esencial «como medida más eficaz para contener los contagios por coronavirus». El síndic de Compromís en las Cortes, Fran Ferri, mostró ayer el apoyo de su formación a la petición oficial que hizo el pasado domingo el presidente de la Generalitat al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de «acelerar la efectividad del confinamiento». Ferri señaló ayer que «nadie ha explicado todavía cómo ayuda a la lucha contra el coronavirus que esta semana miles de personas tengan que ir a trabajar en sectores no esenciales. Muchos expertos están pidiendo reforzar el confinamiento para allanar más rápidamente la curva de contagios».

El portavoz de la coalición considera que la salud «tiene que estar por encima de todo», por lo que «creemos que el Gobierno central tendría que ampliar las medidas para combatir el coronavirus suspendiendo todo aquel trabajo presencial que no sea esencial», reclamó Ferri. El síndic lanzó un mensaje de ánimo a la ciudadanía y de agradecimiento a los trabajadores de los centros sanitarios y otros servicios básicos están «en primera línea aportando su valía para salir lo más pronto posible de esta situación».