Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Gürtel frustra la defensa de Camps al situarlo por primera vez en la trama del Papa

Álvaro Pérez «El Bigotes» declara que Cotino era el máximo responsable del evento y que obtuvo el contrato tras pedírselo al exjefe del Consell

El expresidente de las Cortes, Juan Cotino, llega a la Audiencia Nacional junto a su abogado. EFE / Fernando Villar

Lo que antes era un sendero, hoy es un camino real. Y Álvaro Pérez inició ayer una nueva dirección en su camino, la de colaborar con la Justicia para reducir sus años en prisión. Pérez, conocido por el grupo Correa como El Bigotes, fue el primer acusado que ayer situó al expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps en la cocina del contrato que adjudicó la extinta Radio Televisió Valenciana (RTVV) para instalar pantallas y equipos de sonido durante la visita de Benedicto XVI a València, celebrada en 2006. En una declaración sin estridencias, con afirmaciones generales y menos teatralizada que en otras ocasiones, Pérez afirmó que recurrió al expresidente de la Generalitat para pedirle contratos relacionados con el evento. «Le pedí ayuda como siempre hacía» repitió hasta en cinco ocasiones.

Álvaro Pérez recordó que fue Francisco Camps quien le llamó para que se encargara de la organización de los actos del Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV) tras perder el partido las elecciones generales de 2004. Cuando llegó a València, se empezó a interesar por los eventos en los que participaba la Administración valenciana. «Yo iba hacer el escenario central -de la visita del Papa-, presenté un dibujo y un proyecto pero en la segunda o tercera reunión me dijeron que me quitara de en medio, que lo iba hacer otra empresa de Madrid más importante», reveló. A la reunión asistieron el exconseller Juan Cotino, quien se enfrenta a once años de prisión por estos hechos, y el exdirector del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) Enrique Pérez Boada, quien fue nombrado comisionado del evento. Según Pérez Boada, este tipo de reuniones tenían lugar en la sede del IVF.

«El marrón de la visita del papa»

«Volví a pedir ayuda a Francisco Camps y me dijo olvídate del escenario que esto va a ser enorme porque tienen que intervenir arquitectos, ingenieros...», relató Álvaro Pérez durante la segunda sesión del juicio. A partir de ese momento, «Camps me dijo que no y le dije puedo hacer lo que hago siempre para el PPCV, temas de luz, sonido... Parecía un regalo, pero era el marrón de la visita del papa, era lo más complicado. Me dijeron que lo haría yo». Pérez viajó a Roma con Cotino y un sacerdote para tratar los temas de seguridad. En otra ocasión también viajó el propio Camps y explicó que en estos encuentros le presentaron a Antonio Cañizares, actual arzobispo de Valencia, entre otras personalidades. Reconoció que se escondía en estos viajes porque le preocupaba aparecer como uno de los organizadores ante las noticias que le vinculaban con tramas de corrupción: «Hablé con el periódico Levante-EMV para que no me dieran tanto». Su petición no obtuvo resultado.

Niega el regalo del abrigo

A preguntas de su abogado, Pérez señaló a Cotino como el máximo responsable y coordinador del evento: «Coordinar es quién manda, cómo se hace, las empresas que participan...» Según el acusado, «Camps me mandó a hablar con Cotino y le pedí por favor que quería hacer algo con el papa». No obstante, Álvaro Pérez negó que comprara un chaquetón, valorado en unos 300 euros, para regalárselo a Cotino. «No he sido coaccionado para venir aquí y declarar», respondió a Anticorrupción. La declaración de Pérez podría complicar la defensa de Camps en el caso Gürtel. La Audiencia Nacional reabrió la investigación contra el exjefe del Consell tras la primera confesión de Ricardo Costa, exsecretario general del PPCV, y está pendiente de juicio. Camps declarará como testigo en esta causa la próxima semana y sigue defendiendo su inocencia.

El tribunal rechaza arrastrar al Vaticano a la investigación

La Audiencia Nacional rechazó ayer incluir como prueba en el juicio el análisis de derecho canónico que aportó Juan Cotino para defenderse de las acusaciones. Anticorrupción atribuye al exdirigente del PP la decisión de derivar a Canal 9 la señal para retransmitir la visita del papa a València. El análisis que aportó constataría que en realidad fue la ciudad-estado la que determinó que la televisión autonómica distribuyera la señal. En cambio, el presidente del tribunal, el magistrado José Antonio Mora, comunicó a las defensas que no admite «porque es impertinente, nada al fondo de la cuestión nos va a afectar». La defensa de Cotino protestó contra esta decisión al considerar que «la prueba que se propone venía a confirmar la incapacidad de nuestro cliente para ordenar una disposición sobre quién podía hacer esa señal». Ayer también confesó los delitos Ramón Blanco Balín. Reconoció que blanqueó capitales del grupo Correa y que fue Alejandro Agag, yerno de José María Aznar, quien le presentó a Francisco Correa, líder de la organización corrupta.

El exjefe de Canal 9 admite que cobró una «mordida» e implica a González Pons

Tras salvar a Cotino, Pedro García apuntó a Camps en el contrato más elevado de la historia de la cadena pública

Una declaración en la que reconoció los hechos, pero que poco o nada aporta sobre cómo se extendió la corrupción en la organización del V Encuentro Mundial de las Familias de 2006. El exdirector general de Radio Televisió Valenciana, Pedro García, admitió ayer por primera vez que cobró una mordida a cambio de adjudicar el servicio de las pantallas y equipos de sonido por 7,4 millones de euros (con IVA), la mayor factura que ha pagado en toda su historia Canal 9. No obstante, García aclaró que cobró 400.000 euros y no medio millón, como recoge el sumario, y exculpó al exconseller Juan Cotino: «No me podía decir nada porque no tenía ninguna adscripción jerárquica sobre mí. Yo era director de la televisión». García ha llegado a este juicio con un acuerdo de conformidad por el que admite los hechos y se compromete a devolver el dinero -ya ha ingresado 150.000 euros en una cuenta corriente- a cambio de no ingresar en prisión. Anticorrupción pedía inicialmente 40 años de cárcel y revisará su calificación en la fase de conclusiones. Según el exdirector general de RTVV fueron el expresidente Camps y el exconseller Esteban González Pons, ahora eurodiputado del PP, las personas que supuestamente le instaron a adjudicar a la trama Gürtel el servicio de pantallas y equipos de sonido que se instalaron para la visita de Benedicto XVI. García relató que conoció a Álvaro Pérez cuando era el jefe de campaña del «candidato» Camps y a partir de ahí entablaron una relación de amistad. «Recibí una llamada de Camps para que no pusiese ningún impedimento a lo que se me iba a plantear».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats