Ximo Puig está decidido a convertirse en el referente socialista de una transformación federal de España. Ha sido el primer líder autonómico en reunirse con la presidenta del Senado, Pilar Llop (en esa línea federalizante). El Consell del Botànic fue el primero, en la anterior legislatura, en aprobar una propuesta de reforma de la Constitución (en la línea citada). Ximo Puig dedicó su discurso del último 6 de diciembre a una renovación del Estado (en la línea señalada). Y, ante la situación en Cataluña, ha escrito sobre la necesidad de avanzar (en la línea comentada): el artículo Nos duele esa España. Hacia una transición territorial publicado en INFORMACIÓN es un ejemplo. El jefe del Consell va ahora un paso más allá en ese anhelo federalista e inicia esta semana una serie de actos públicos en el Palau de la Generalitat con esa vocación y un enfoque que, desde luego, quiere ir más allá de las fronteras valencianas.
Estas converses federals comenzarán el próximo viernes con un diálogo entre Puig y Enrique Barón. El expresidente socialista del Parlamento Europeo es un federalista convencido y así lo dejó claro en su participación en la comisión sobre la modernización del Estado autonómico que funcionó (sin resultados) en el Congreso de los Diputados en la última legislatura de Mariano Rajoy. Barón preside la Asociación de Europeístas y Federalistas de España. La jornada se completará con una mesa redonda con constitucionalistas de Euskadi (Alberto López Basaguren) y Cataluña (Xavier Arbós) y una conocedora del sistema alemán (Ulrike Hiller). También habrá un encuentro político entre el eurodiputado José Manuel García Margallo (PP), el senador Joan Lerma (PSPV) y el presidente de las Cortes Valencianas, Enric Morera (Compromís).
Descentralización parcial
La tesis de Puig es que España ha alcanzado importantes dosis de descentralización política con las autonomías, pero adolece de instrumentos de organización y coordinación de los territorios. Y defiende que es posible desarrollarlos sin una reforma de la Constitución, difícil y lenta. Se trata de dar vida al debate de presidentes autonómicos en el Senado y a la comisión general de comunidades, también de la Cámara Alta, y de regular la Conferencia de Presidentes, como posibilidades más realistas. El objetivo de estos encuentros en el Palau (en la organización han participado Joan Calabuig y Zulima Pérez) es intentar desligar el concepto federalismo de fragmentación territorial o conflicto, según las fuentes consultadas. Intentar «vencer resistencias» y crear una corriente de opinión favorable desde el diálogo y la búsqueda de puntos de encuentro.
El plan es realizar cuatro converses durante el año. Además de la del día 13, la intención es organizar otra antes del verano, posiblemente sobre el federalismo en el mundo (un análisis de los distintos sistemas). Las dos restantes serían sobre federalismo y modelo de financiación y un encuentro con varios presidentes autonómicos, aún en fase embrionaria. In varietate concordia es el título de la primera sesión. Este es el lema de las instituciones europeas, que puede traducirse como «Unida en la diversidad».
