El PP da por justificado el dinero público que recibió del grupo de la Diputación entre 2016 y 2018 -cerca de medio millón- y dice que el Tribunal de Cuentas ya lo fiscalizó a lo largo del pasado mandato. Los populares defienden que los certificados firmados por el actual presidente provincial del PP, Eduardo Dolón, en aquel momento número dos de la Diputación con César Sánchez, sirven como justificante y aseguran que cumplieron el reglamento de la Diputación al presentar su contabilidad con el aval de la Intervención. Pero, sin embargo, el día después de destapar este periódico la transferencia de parte de esos fondos -unos 124.000 euros- desde el grupo de la Diputación a una cuenta institucional ubicada Murcia por «operatividad» de la entidad, según la versión de los populares, nadie del PP aclaró ni el destino de esos fondos que fueron desde el Palacio Provincial al partido ni presentó una sola factura para justificar todos esos gastos.

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En las filas populares se aferran, en exclusiva, a las certificaciones rubricadas por Dolón entre 2016 y 2018 para validar su versión. Los informes del entonces secretario general del PP y hoy presidente provincial, ratificarían, para el partido, que cumplen con la normativa que obliga a que estas cantidades de dinero se destinen a actuaciones conjuntas con el grupo popular. Esos certificados, muchos de ellos en poder de este periódico, efectivamente, recogen las cantidades que se iban transfiriendo pero en ningún caso están acompañados de apuntes con el detalle del destino del dinero que fue desde la Diputación al PP ni tampoco de factura alguna. En un ambiente de tensión en el Palacio Provincial ante numerosos medios de comunicación interesados en el asunto y que querían preguntar al presidente Carlos Mazón, algo que no consiguieron, el portavoz del equipo de gobierno y diputado del PP, Adrián Ballester, defendió la etapa anterior.

Dijo que los 124.000 euros registrados en esa cuenta institucional de Murcia se corresponden con subvenciones que reciben todos los partidos y negó que sea una «desviación». Ballester detalló que las cuentas institucionales de ese banco están en Murcia y a nombre del PP. «El grupo transfirió por acuerdo de los 15 diputados esa cantidad a la cuenta, que el banco tiene agrupadas para las instituciones de Alicante y Murcia a efectos operativos», según el portavoz de la Diputación que retó al resto de grupos a que expliquen dónde tienen sus cuentas corrientes y recordó que todos los partidos con representación en instituciones reciben dinero como subvenciones. Ballester pidió al diputado de Compromís, Gerard Fullana, que deje de «mentir» aunque reconoció que ahora se continúan realizando transferencias.

También deslizó que esas asignaciones «se transfieren al PP de Génova cuya cuenta está en esa oficina» pero no entró más en el asunto. Insistió en que «por la subvención que recibe el PP por parte de la Diputación, es el grupo popular el que realiza la transferencia por actividades conjuntas». El propio Carlos Mazón apoyó al inicio del mandato la propuesta de Compromís para que desde el 1 de enero los grupos presenten una memoria justificativa con facturas y con información detallada. Ni César Sánchez ni Eduardo Dolón quisieron, como Mazón, hablar mientras el PP, para defenderse, distribuía cuentas del PSOE y de Ciudadanos en Madrid con registros de aportaciones desde diputaciones a la vez que en Génova estaban pendientes de la evolución. Pero el PP de Alicante sigue sin presentar facturas.

La falta de control en el gasto de los grupos ya golpeó a EU y a Ciudadanos

Esquerra Unida pagó un viaje a Cuba a su coordinador, que tuvo que dimitir, y los naranjas perdieron la representación

La falta de control en el gasto de los grupos políticos de la Diputación durante el mandato anterior ya golpeó entonces tanto a Esquerra Unida como a Ciudadanos. En 2017 el pago con fondos del grupo provincial de EU de un viaje a Cuba para su líder autonómico, David Rodríguez, a través de una asociación cultural para asistir al funeral de Fidel Castro, destapado por este periódico, se saldó con la dimisión del dirigente después de que no pudiera aguantar la presión de los críticos de su organización. Fue el detonante de una fractura interna que acabó con la salida del grupo provincial del asesor de la diputada Raquel Pérez. Tras perder su representación en las Cortes Valencianas en las autonómicas de 2015, EU no hizo ascos al incremento de fondos a los grupos que propuso César Sánchez y, como los populares, tampoco justificó gran parte del dinero que recibió en el mandato. Fue, quizá, el grupo que recibió más reparos a sus cuentas en los informes de Intervención teniendo en cuenta que el PP evitaba en parte ese control para el dinero que enviaba desde la Diputación al partido, como revela este periódico desde hace años.

El descontrol en la justificación de las cantidades que recibía el grupo de Ciudadanos, formado por el diputado Fernando Sepulcre, fue el motivo que acabó con su salida del partido naranja para convertirse en tránsfuga. El PP continuó apoyándose en el voto de Sepulcre, decisivo para la institución, a pesar de que ya no representaba al partido que lo eligió. El diputado que privó a Ciudadanos de su escaño denunció que había sufrido una persecución política y mediática despues de conocerse que se había gastado casi 1.200 euros en combustible en apenas tres meses con jornadas en las que llegó a repostar hasta dos veces a la vez que pasaba también al fondo económico de su grupo en la Diputación una revisión en el taller de su coche particular por valor de 381 euros. Ciudadanos tomó cartas en el asunto y Sepulcre decidió marcharse cinco minutos antes de que lo echaran.

En el pasado mandato, los socialistas también transfirieron una pequeña parte de dinero desde el grupo al partido. Algo más de 20.000 euros que destinaron a gastos jurídicos. Lo justificaron y devolvieron un tercio del dinero. Compromís, por su parte, tiene problemas por la fórmula legal de su estructura, como les reprocha el Tribunal de Cuentas. No hicieron transferencias de la Diputación a su organización.