Silencio y echar balones fuera. Esa máxima se estableció ayer como emblema en el PP. El presidente de la Diputación, Carlos Mazón, y su antecesor y actual diputado en el Congreso, César Sánchez, guardaron silencio y prefieron no hablar sobre las transferencias que el grupo de la Diputación envió el partido durante el pasado mandato y que, a día de hoy, están aún sin justificar. Pregunados por qué el grupo del PP hizo esta operación en Murcia, los dos dirigentes prefirieron abstenerse. Hermetismo absoluto.

Un portavoz autorizado de la Diputación, sin embargo, comunicó a este medio que Carlos Mazón no puede explicar nada sobre el tema porque «no lo sabe» a la vez que alegó que ni era cargo orgánico ni estaba durante esa etapa en la Diputación. Con estas declaraciones, Mazón, de alguna manera, trata de desentenderse de la herencia de su predecesor. César Sánchez evitó contestar a llamadas y mensajes. El que sí hizo declaraciones fue el presidente provincial del PP, Eduardo Dolón, uno de los protagonistas.

Explicó que el PP no tiene oficina bancaria física y que las grandes cuentas de los partidos «las tenemos donde la entidad financiera regional considera». El también diputado provincial aseguró que «trabajamos todo por internet. No tenemos oficina en Alicante. Es una norma de Génova». «No podemos operar en una oficina normal porque la ley lo restringe. La cuenta del PP es nacional y los movimientos son a nivel general», indicó Dolón antes de asegurar que estas operaciones se producen en aras a la transparencia.